Preguntas de estudio:
1. ¿Por qué fueron expulsados de la casa finalmente Agar e Ismael? Genesis 21:9,10
2. ¿Cómo se sintió Abraham cuando Sara le pidió que echara a su hijo? Genesis 21:11
3. ¿A dónde le instruyó Dios a Abraham que fuera a sacrificar a su hijo? Genesis 22:2
4. ¿Cómo llamó Abraham ese monte? Genesis 22:14
5. ¿Quién es la simiente de Abraham en quien son benditas todas las naciones? Genesis 22:18
Comentario y reflexión:
Dios hizo reír a Sara, pero después lloró porque su plan para “ayudar” a Dios trajo problemas serios a la familia. Fue una gran prueba para todos, pero especialmente para Abraham cuando tuvo que despedir a su hijo. Esto pudo haber quebrado el matrimonio de no haber sido porque Dios le dijo a Abraham,
«No te preocupes por el muchacho ni por tu sierva. Escucha todo cuanto te diga Sara, porque en Isaac te será llamada descendencia. 13 También del hijo de la sierva haré una nación, porque es tu descendiente.» 21:12, 13.
Una parte importante de los árabes son descendientes de Ismael.
Dios dio instrucciones claras y especificas a Abraham de que preservara su matrimonio, aun a este alto costo. Es muy interesante y revelador el comentario en Patriarcas y Profetas,
“La instrucción impartida a Abraham tocante a la santidad de la relación matrimonial, había de ser una lección para todas las edades. Declara que los derechos y la felicidad de estas relaciones deben resguardarse cuidadosamente, aun a costa de un gran sacrificio. Sara era la verdadera esposa de Abraham. Ninguna otra persona debía compartir sus derechos de esposa y madre. Reverenciaba a su esposo, y en este aspecto el Nuevo Testamento la presenta como un digno ejemplo. Pero ella no quería compartir el afecto de Abraham con otra; y el Señor no la reprendió por haber exigido el destierro de su rival.” PP 122
El relato del capítulo 22 representa el gran sacrificio de Dios al proveer a su Hijo para salvarnos. También es una lección de verdadera adoración que deber estar siempre basada total y radicalmente en la confianza en Dios. Se hace no en conveniencia, sino en obediencia, no en comodidad, sino en sacrificio, no a media hora en carro con aire acondicionado, sino a 4 días de camino, no en donde me sienta más cómodo, sino en donde Dios diga. La ofrenda que traigo, por valiosa que sea no es mía, sino que ha sido provista por Dios, y su clímax y realización siempre se hará en el sacrificio que Dios mismo ha provisto. La verdadera adoración a Jehová en cada templo y en cada sábado, cada día y en cada cuarto privado se hace siempre en el monte de “Jehová proveerá”
Gracias a Dios por su provisión. Te conceda El un día muy bendecido.