Preguntas de estudio:
1. ¿Qué instrucción especifica dio Moisés sobre el vestido del hombre y de la mujer? Deuteronomio 22:5
2. ¿Qué obligación había con algo que había extraviado un desconocido? Deuteronomio 22:1-3
3. ¿Qué deber había hacia un siervo fugitivo? Deuteronomio 23:15, 16
Comentario y reflexión:
El libro de Deuteronomio contiene cuatro discursos con instrucciones finales y de despedida. “Deuteronomio” significa “la segunda ley” o “la ley repetida”. Es parte de lo que se le llama “la ley de Moisés”.
A continuación, menciono algunos mandamientos que me llaman la atención en los dos capítulos de hoy:
La instrucción es clara en relación con el vestido. La mujer no debía usar ropa de hombre ni el hombre ropa de mujer. La práctica travestida es abominación a Jehová. Cualquier expresión que tienda a borrar la distinción, o a confundir los sexos que El creo no es de su agrado. Vivimos en un tiempo y en una sociedad en donde existen tendencias a condonar esas prácticas. Necesitamos claridad en estos temas. Con el espíritu de Cristo, comprensivo y amante, nos toca sostener el principio bíblico de la distinción de sexos.
Dios mandó a su pueblo a poner flecos o cordones en la punta del manto. Este manto se usaba sobre la ropa, así como un poncho, y era cuadrado. ”Habla a los hijos de Israel y diles que se hagan unos flecos en los bordes de sus vestidos, por sus generaciones; y pongan en cada fleco de los bordes un cordón de azul. Llevaréis esos flecos para que cuando los veáis os acordéis de todos los mandamientos de Jehová. Así los pondréis por obra y no seguiréis los apetitos de vuestro corazón y de vuestros ojos, que han hecho que os prostituyáis. Así os acordaréis y cumpliréis todos mis mandamientos, para que seáis santos ante vuestro Dios.” Números 15:38-40
Estos flecos o cordones distinguían al pueblo de Dios. Se dice que en tiempos de persecución posteriormente, usaban los cordones en el vestido interior para no ser identificados. Esta fue la parte del vestido de Jesus que tocó la mujer que padecía de flujo de sangre (Mateo 9:20). El pueblo de Dios debe distinguirse en su manera de vestir, especialmente cuando la moda del mundo tiende a la inmodestia.
En Deuteronomio 23:17, 18 se entiende que Moisés se refiere a la prostitución religiosa. En los templos paganos había prostitutas como parte del servicio religioso. Moisés claramente condena esta práctica.
¿Qué hay en nosotros o en nuestro entorno que nos recuerde la obediencia a Jehová? ¿La naturaleza puede servir este propósito? ¿O la familia, o el sábado? ¿Cómo puede discernir la gente a nuestro alrededor que no nos conoce que somos parte de su pueblo?
Dios te conceda un día muy bendecido.