


Sábado, abril 20 – Deuteronomio 26, 27 – Comentario, “Patriarcas y Profetas, capitulo 46, “Las bendiciones y las maldiciones”
1. Una vez que hubieran entrado en la tierra prometida, ¿Qué parte de los frutos de la tierra debían traer ante Jehová como ofrenda? Deuteronomio 26:2
2. ¿Sobre qué monte los levitas deberían pronunciar las advertencias de maldición? Deuteronomio 27:13
Dios ordenó al pueblo traer la ofrenda de las primicias al templo en reconocimiento de que toda bendición viene de Él. La tierra la recibirían de Dios, así también el fruto de ella. A Dios debemos traer lo primero, no lo último, no lo que sobra, si no de los primeros frutos.
2. Entonces el sacerdote tomaba la canasta con la ofrenda y la ponía ante el altar de Jehová.
3. Luego el adorador debía decir, “Un arameo a punto de perecer fue mi padre, el cual descendió a Egipto y habitó allí con pocos hombres…, … 9 nos trajo a este lugar y nos dio esta tierra, tierra que fluye leche y miel. 10 Y ahora, Jehová, he traído las primicias del fruto de la tierra que me diste.” Deuteronomio 26:9,10
4. Después de dejar la ofrenda ante el altar debía adorar a Jehová.
5. Entonces debía alegrase, 11 Luego te alegrarás de todo el bien que Jehová, tu Dios, te haya dado a ti y a tu casa, tanto tú como el levita y el extranjero que está en medio de ti. Deuteronomio 26:11