


Domingo, junio 9 – Salmos 140,141
1. ¿De qué tipo de persona el salmista pide ser librado? Salmos 140:1-4
2. ¿Qué harán los justos y rectos? Salmos 140:13 3
3. ¿A qué pide el salmista que su corazón no se incline? Salmos 141:4 4
4. ¿A quién miraran los ojos del salmista? Salmos 140:8
Algunos piensan que el músico principal es el Señor Dios mismo, y otros suponen que es un líder de coros o músicos en la época de David, como Hemán el cantor o Asaf (1 Crónicas 6:33, 16:4-7, y 25:6). Charles Spurgeon comentó: “El escritor deseaba que este himno experimental estuviera bajo el cuidado del maestro principal del canto, para que no se dejara sin cantar, ni se cantara de manera descuidada”.
“Ciertamente los justos alabarán tu nombre.” El salmo 140 termina con una nota de confianza. Aunque atacado por los impíos, David confiaba en el Señor y le entregó todo su deseo de retribución. David creía que al final, los justos estarán agradecidos y los rectos morarán en tu presencia la mejor recompensa de todas.
El salmista confía, no sólo en que los malvados serán castigados, sino también en que los justos, cualesquiera que sean los sufrimientos que les sobrevengan, finalmente serán liberados de sus aflicciones.
El Salmo 141 es la oración de un hombre que sabe todo acerca de su propio corazón, al menos lo suficiente para saber que es peligroso si no está atado. Sabe que necesita el poder restrictivo del Espíritu Santo. Dios fue el refugio de David, no sólo de Saúl sino también del propio pecado de David.
En el Salmo 141 el salmista muestra su confianza en Dios incluso en medio de la adversidad. En esos momentos en los que nos sentimos angustiados y perseguidos, es fácil perder la esperanza y caer en la desesperación. Sin embargo, el salmista nos enseña que nuestra fortaleza y refugio se encuentran en Dios.
Que tengas un día muy bendecido.