


Domingo, 23 de junio – Salmos 14, 16 – Lectura adicional, El Camino a Cristo capítulo 2, ” La más urgente necesidad del hombre”, y capítulo 3, “Un poder misterioso que convence”
1. En esta escena bíblica, ¿qué dice el salmista sobre lo que sucede cuando Dios observa a sus criaturas humanas? Salmos 14:2-3
2. ¿Qué es Jehová para los oprimidos? Salmos 14:6
3. ¿Qué dice David que tiene aparte de Dios? Salmos 16:2
4. ¿Cuándo David no podía ser sacudido? Salmos 16:8
Ambos salmos revelan la profundidad del amor de Dios por nosotros y su deseo de protegernos. También ofrecen una visión profética de Jesús y su resurrección.
El Salmo 14 aborda los efectos de la caída; pero también destaca la fidelidad de Dios para restaurar a aquellos que desean ser su pueblo. David analiza la caída del hombre y su rechazo a Dios, pero luego Dios interviene para ser un refugio para los oprimidos por los malhechores. Me encanta cómo en este salmo se resalta que Dios elige estar en compañía de los justos (Salmos 14:5). “Dios con nosotros” es todo lo que necesitamos. Jesús fue la máxima expresión de Dios con nosotros. Aunque toda la humanidad ha caído, Dios fue fiel en cumplir su misión de redención. Por lo tanto, todos aquellos que quieran ser justos tienen un camino hacia la justicia acudiendo a Jesús y entregándose a Él por completo.
1 Juan 1:9 es mi versículo favorito porque reconozco claramente que soy un pecador y que he caído muchas veces, pero su fiel promesa es que cuando acudimos a Él y confesamos nuestros pecados, Él es fiel y justo para perdonarnos y limpiarnos de toda maldad. Su promesa nos da esperanza, al ser considerados justos simplemente por reclamar esta promesa, tenemos a Dios con nosotros, en nuestro medio, y es ahí donde se encuentra el refugio.
El Salmo 16 declara que la fuente de vida y de seguridad es el Creador. David describe la presencia divina como el lugar más deseado que proporciona “plenitud de gozo” (versículo 11). De principio a fin, el salmo 16 testifica de una vida que encuentra descanso en la presencia protectora de Dios.
Durante mis años de secundaria, llegué a comprender que la vida sin Dios no es realmente vida. Me di cuenta de que solo podemos encontrar completa satisfacción cuando estamos satisfechos en Jesús. Él es la fuente de vida y gozo, donde podemos disfrutar plenamente de nuestra jornada en la tierra. David entendió esto y deseaba que el mundo abrazara esta verdad para que pudieran disfrutar de su mejor vida con Jesús a su lado. Comienza con tanta claridad, “no hay para mí bien fuera de ti” (versículo 2).
Esta seguridad y alegría son posibles gracias a Jesús, y me encanta cómo Pedro cita este salmo en Hechos 2:25-28, refiriéndose a que Jesús no iba a ver corrupción en la tumba por su resurrección. Hacia el final de este salmo, David profetiza, “…ni permitirás que tu Santo vea corrupción” (versículo 10). Cada cosa en nuestra vida que es buena y significativa se la debemos al Salvador resucitado que vive a la diestra del Padre e intercede por nosotros.
En esencia espiritual, nuestros corazones están hechos como un donut. La única persona que puede llenar el hueco del medio es Jesús. Podemos intentar llenarlo con algo o con alguien, pero siempre quedará el vacío. Podemos intentar satisfacer ese vacío con cosas materiales o algo bueno como el matrimonio, o un hijo, pero el vacío permanecerá porque fue creado por Dios para ser llenado solo por Él.
Es mi oración que abraces a Jesús quien desea llenar ese vacío. Que vivas tu mejor vida ahora con Él, porque es en Él que encontramos refugio y alegría eterna.