


Domingo, agosto 25 – 1 Crónicas 25, Salmos 131
1. ¿Quiénes de los levitas fueron apartados para el ministerio de la música?
1 Crónicas 25:1
2. ¿De qué manera profetizaban Asaf, de Hemán y Jedutún? 1 Crónicas 25:1
3. ¿Qué título se le da a Hemán y con qué propósito? 1 Crónicas 25:5
Comentario y reflexión:
1 Crónicas 25 es uno de 4 capítulos (23 – 26) dedicados a la organización de los servicios religiosos. Estos servicios comenzaron a realizarse en el Tabernáculo de David, una tienda que David levantó en Jerusalén para alojar el Arca del Pacto. Este tabernáculo fue el precursor del templo que Dios no le permitió construir. Antes de morir David dio instrucciones precisas a Salomón y a los sacerdotes para su construcción.
David hizo de Jerusalén la capital y el centro religioso de la nación. No pudo construir el templo, pero dejó todo preparado, trajo el Arca, levantó un tabernáculo temporal para ella, juntó los materiales para la construcción del edificio, organizó a los levitas en sus funciones y restableció los servicios de culto.
1 Crónicas 25 está dedicado a la organización de la música. Salta a la vista la importancia que tiene la música como parte del culto. Había 12 grupos de levitas músicos, un total de 288, “instruidos en el canto para Jehová, todos ellos aptos” (25:7) que se turnaban en grupos de 24 para cantar, dirigir los cantos y tocar los instrumentos.
Estos eran ministros ordenados con funciones importantes. Eran “hombres idóneos para la obra de su ministerio”, “para que profetizaran con arpas, salterios y címbalos”. Dice que fueron apartados “para el ministerio,” (25:1).
Sobre el uso del verbo “profetizar” dice el Comentario Bíblico Adventista, “Se describe a los músicos que participaban de los deberes sagrados del culto público como que hubieran estado bajo la inspiración del Espíritu de Dios, y por eso se dice que profetizaban”. CBA, 1 Crónicas 25:1. La misma palabra la usa refiriéndose a los músicos en 1 Crónicas 25:3, “el cual profetizaba con arpa, para aclamar y alabar a Jehová”. O sea que los músicos eran inspirados por el Espíritu Santo para ministrar a la congregación trayendo un mensaje de Jehová.
En el versículo 5 dice que Hemán, uno de los músicos, era “vidente”, “en las cosas de Dios, para exaltar su poder”. La palabra “vidente” está muy relacionada con la palabra “profeta”. Ambas se refieren a alguien que recibe revelaciones de Dios. De manera que Hemán era un ministro de la música que era inspirado y guiado por Dios al conducir la música en los servicios.
Todo esto nos ayuda a entender el importante papel de la música en los cultos. Que quienes conducen la música son ministros inspirados para ministrar al pueblo y para exaltar el poder de Dios. El nivel de orden que se estableció da una idea de la preparación y de la importancia y el cuidado que se le debe dar a la música en el culto.
Dice Elena White en el libro La Educación, “Como parte del servicio religioso, el canto no es menos importante que la oración. En realidad, más de un canto es una oración.” La Educación 152
El Salmo 131 es un cantico “gradual”, o igual “cantico de las subidas”, que eran salmos que cantaban los peregrinos cuando subían a las fiestas en Jerusalén. Se califica así a los Salmos 120 – 134.
Este es una oración poética de David en la que expresa su sentido de pequeñez ante la grandeza de Dios, “¡Como un niño destetado está mi alma!,” Salmos 131:2. No ha buscado honores, ni grandezas, ni cosas sublimes para sí, solo espera en Jehová.
Sea esa una actitud y disposición en este día y en la vida.
Que tengas un día sumamente bendecido.