


Lunes, agosto 26 – Salmos 138, 139
1. ¿Cómo mira Jehová al humilde y cómo mira al altivo? Salmos 138:6
2. ¿De qué manera tierna le pide David a Dios que no lo desampare? Salmos 138:8
3. ¿Qué conocimiento es demasiado maravilloso para el salmista? Salmos 139:1-6
4. ¿Desde cuándo nos conoce Jehová? Salmos 139:16
“EL Sal. 138 es un himno de acción de gracias. El salmista irradia ánimo, valor y fidelidad y promete reconocer a su Señor delante de todos los dioses de los paganos o ante reyes y gobernantes.” CBA, Introducción al Salmo 138
En el versículo 8 dice, “Jehová cumplirá su propósito en mí.” Esta es una declaración de fe. Su propósito no depende de mí que soy débil y pecador, depende de Él que es todopoderoso. Esta en la misma línea de pensamiento de Pablo cuando dice, ”estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra la perfeccionará hasta el día de Jesucristo.” Filipenses 1:6. Quiere decir también que David valora y desea el propósito de Dios por encima de su propio propósito o planes, Él sabe mejor. Es una declaración de esperanza y de seguridad, el propósito está seguro porque Dios lo hará. En el mismo espíritu de David repitamos hoy, “Jehová cumplirá su propósito en mí.”
El Salmo 139 es una joya poética con un contenido de verdades profundas sobre nuestro Creador y Padre. Dice el Comentario Bíblico Adventista,
“EL tema del Sal. 139 es la omnisciencia y la omnipresencia de Dios. El salmista reconoce que Dios está presente en todo lugar; que no sólo es omnipotente sino también omnisapiente. Él es quien forma al hombre desde la matriz, y por ello no puede éste escapar de su presencia. Las expresiones de este salmo se asemejan mucho a las del libro de Job. La estructura rítmica es regular. El salmo consta de cuatro estrofas, cada una de las cuales tiene seis versículos. La primera sección (vers. 1-6) trata de la omnisciencia de Dios; la segunda (vers. 7-12), de su omnipresencia. La tercera (vers. 13-18) presenta la razón por la cual el poeta está plenamente convencido de estas verdades. En la última estrofa (vers. 19-24) el salmista cambia de tema y expresa su desaprobación de la conducta de los impíos. Luego concluye con una plegaria para que él mismo esté en armonía con Dios, a quien pide que lo guíe por el camino de la vida eterna.” CBA, Introducción al Salmo 139
Algunas gemas de pensamiento en este salmo:
- Jehová te conoce íntima y profundamente. Vers. 1-4
- Él te rodea y pone su mano sobre ti. Ver 5. Qué tierna es esta expresión. Así hace un padre con su hijo.
- No hay a donde puedas escapar de su presencia. Vers. 7-12. Esta porción del salmo nos recuerda a Jonás queriendo escapar de la presencia de Dios. Aun en el vientre del gran pez Jehová lo encontró.
- Así como formó a Adan con sus propias manos, Jehová tomó cuidado personal en formarte en el vientre de tu madre, eres directamente obra suya, creado con un propósito eterno. Vers. 13-17
- En el libro de Dios existías antes de que fueras concebido, desde entonces Él te conocía completamente. Ver 16.
Este precioso Salmo concluye con una oración que debemos hacer nuestra. Es una invitación a Dios a examinarnos, “Examíname, Dios, y conoce mi corazón; pruébame y conoce mis pensamientos. Ve si hay en mí camino de perversidad y guíame en el camino eterno. Salmos 139:23,24
“El salmista implica: ‘Tú eres el Dios de las primeras horas de la mañana, el Dios de tarde en las noches, el Dios de los picos de las montañas, y el Dios del mar; pero, Dios mío, mi alma tiene horizontes más amplios que las primeras horas de la mañana, oscuridad más profunda que las noches de la tierra, picos más altos que cualquier pico de montaña, mayores profundidades que cualquier mar en la naturaleza. Tú que eres el Dios de todos estos, sé mi Dios. No puedo llegar a las alturas ni a las profundidades; hay motivos que no puedo rastrear, sueños que no puedo alcanzar, Dios mío, examíname’”. Oswald Chambers
¿Quieres repetir esta oración elevando tu pensamiento a Jehová? “Examíname, Dios…”