Miércoles, junio 18 – 1 Corintios 2, 3 – Lectura adicional, Hechos de los Apóstoles, Capítulo 29, “Amonestación y súplica”

1. ¿Qué se propuso Pablo cuando fue a Corinto? 1 Corintios 2:1,2

2. ¿Cómo percibe el hombre natural las cosas del Espíritu de Dios? 1 Corintios 2:14

3. ¿Qué evidencia del dominio de la carne había en la iglesia en Corinto? 1 Corintios 3:3

4. ¿Qué sucederá a quien destruya el templo del Espíritu Santo, el cual es la iglesia? 1 Corintios 3:16, 17

“La primera epístola a la iglesia de Corinto fue escrita por el apóstol Pablo durante la última parte de su estada en Éfeso. Por nadie había sentido él más profundo interés o realizado más incansables esfuerzos que por los creyentes de Corinto. Por un año y medio había trabajado entre ellos, señalándoles un Salvador crucificado y resucitado como el único medio de salvación, e instándolos a confiar implícitamente en el poder transformador de su gracia.” HAp 241

“La iglesia le envió a Pablo una carta, en la que le pedía consejo respecto a varios asuntos, pero no decía nada de los graves pecados que existían entre ellos.” HAp 242

“Por entonces llegaron a Éfeso algunos miembros de la casa de Cloé, familia cristiana de excelente reputación en Corinto. Pablo les preguntó en cuanto al estado de las cosas, y ellos le dijeron que la iglesia estaba desgarrada por divisiones. Las disensiones que habían prevalecido en el tiempo de la visita de Apolos habían aumentado grandemente. Algunos falsos maestros estaban induciendo a los miembros a despreciar las instrucciones de Pablo. Las doctrinas y los ritos del Evangelio habían sido pervertidos. El orgullo, la idolatría, y la sensualidad estaban creciendo constantemente entre aquellos que habían sido una vez celosos en la vida cristiana.” HAp 243
“El principal propósito de la carta es doble: en primer lugar, reprochar la apostasía que había provocado en la iglesia la introducción de prácticas que corrompían las enseñanzas del Evangelio; y en segundo lugar, enseñar o explicar puntos de creencia y de práctica acerca de los cuales los creyentes habían pedido aclaraciones.” CBA

En los capítulos de hoy Pablo procura traer de regreso a la iglesia al fundamento de la fe. Su predicación en Corinto no estuvo basada en su conocimiento o en el poder de su oratoria, sino que procuró ser guiado por el Espíritu Santo. El fundamento de la fe y de la iglesia es Cristo, no deben olvidar que el mensaje verdadero y correcto es en esencia, “Jesucristo, y este crucificado”, “para que vuestra fe no esté fundada en la sabiduría de los hombres, sino en el poder de Dios.” 2:5

Este mensaje es locura para el mundo, porque no lo entiende. Es de Dios y la mente carnal no lo puede entender. Este es el mensaje eterno de salvación. Sólo el Espíritu de Dios lo puede revelar. El cristiano y la iglesia deben ser guiados por el Espíritu Santo, porque los planes de Dios están más allá de la comprensión humana: “Antes bien, como está escrito: «Cosas que ojo no vio ni oído oyó ni han subido al corazón del hombre, son las que Dios ha preparado para los que lo aman.” 2:9. En este pasaje cita a Isaías 64:4.

Los hermanos de Corinto demuestran que todavía tienen una mente carnal porque discuten y pelean. Hay divisiones en la iglesia. Dicen unos que son de Apolos, y otros de Pablo, y otros de Pedro, y otros de ninguno. Esta actitud y estas divisiones demuestran una mente carnal. Eso es normal en el mundo y en la política; pero la Iglesia es guiada por el Espíritu Santo.
Pablo, Apolo y Pedro son meramente siervos de Dios. Uno planta, otro riega, pero Dios es quien da la vida y el crecimiento. Cuando pelean y se dividen lo hermanos muestran una mente carnal e inmadurez espiritual. “Nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es Jesucristo.” 3:11

No podemos edificar la experiencia o la iglesia sobre el mensaje de algún predicador de nuestra preferencia. No podemos dividirnos en facciones por cuestiones de énfasis o temáticas. Cada uno vea que edifica su experiencia en Cristo.

El que edifica en Cristo, si edifica con materiales buenos o con materiales malos, el fuego de la prueba lo revelará; pero será salvo, porque edificó en Cristo. De otra manera, si edifica en otro fundamento, por bueno que se vea el edificio no será para salvación, porque el verdadero fundamento es Cristo.

Mis queridos hermanos, la iglesia es el templo de Dios y el Espíritu Santo mora en la iglesia. No es la iglesia de un predicador, o de un tema, o de un grupo, o de los hombres. El que lucha contra la iglesia lucha contra Dios. Esto es cosa seria.

Recordemos que “la sabiduría de este mundo es insensatez ante Dios”. 3:19

Que Dios nos conceda madurez para edificar sobre Cristo y para permanecer en Él.

Dios te conceda un día bendecido.