


Lunes, enero 27 – Jeremías 28, 29 – Lectura adicional – Profetas y Reyes Capítulo 34, “Jeremías”
1. ¿Qué hizo Hananías con el yugo que tenía Jeremías en su cuello? Jeremías 28:10
2. ¿Qué tipo de yugo recibirían por haber quebrado el yugo de Jeremías? Jeremías 28:13
3. ¿Cuál fue el mensaje de Dios a los exiliados? Jeremías 29:5-7
El tema de los capítulos 28 y 29 es, cartas entre los que quedaron y los exiliados, profetas falsos y la Palabra de Dios a través de Jeremías.
Hannanias de Gabaón era un sacerdote y “profeta”. Desafió el mensaje de Jeremías delante del rey y del pueblo. Quebró el yugo de madera que Jeremías había usado para ilustrar el mensaje y aseguró que Dios le había revelado que en dos años quebraría el yugo de Nabucodonosor.
Acab, hijo de Colaías y Sedequías hijo de Maasías, eran “profetas” en el exilio que se opusieron al mensaje de Jeremías. Dios reveló, y probablemente era sabido, que vivían vidas disolutas.
Semaías, persona importante e influyente también del exilio, que pretendía recibir el mensaje de Dios, se opuso al mensaje de Dios. Escribió reprendiendo al sacerdote Sofonías por no tomar medidas para acallar a Jeremías.
El mensaje de Jeremías a Sedequías en Jerusalén y a los exiliados en Babilonia era que estuvieran tranquilos, que aceptaran la situación, que se prepararan para un exilio de 70 años. A Jeremías le tocó dar mensajes impopulares.
El propósito del mensaje era evitarle los sufrimientos al pueblo que causaría una rebelión, tanto en los exiliados como en Jerusalén.
“En presencia de los sacerdotes y del pueblo, Jeremías les rogó que se sometiesen al rey de Babilonia por el plazo que el Señor había especificado. Citó a los hombres de Judá las profecías de Oseas, Habacuc, Sofonías y otros cuyos mensajes de reprensión y amonestación habían sido similares a los propios. Les recordó acontecimientos que habían sucedido en cumplimiento de profecías relativas a la retribución por el pecado del cual no se habían arrepentido. En lo pasado, los juicios de Dios habían caído sobre los impenitentes en cumplimiento exacto de su propósito tal como había sido revelado por intermedio de sus mensajeros.” PR 328
El enemigo busca confundir al pueblo de Dios. Levanta falsos profetas con mensajes falsos. Contradicen el mensaje que Dios ha dado. Su mal testimonio, en algunos casos, no acompaña su profesión. Lo que predicen no ocurre. Los profetas falsos reciben los juicios de Dios. El pueblo debe estar alerta, velando en oración, atentos al mensaje de Dios y a sus instrumentos escogidos para no ser engañados. (Jeremias 28:8,9)
El mensaje de Dios a través de Jeremías no sólo era impopular, sino contraintuitivo, era un mensaje que caía mal, raro para aceptar. Era un llamado a la sumisión al castigo. Parecía que el profeta hablaba a favor del enemigo. Parecía así, pero el profeta comunicaba el mensaje de Dios.
La carta del profeta a los exiliados fue clara y hermosa. Contiene consejos sabios. Está llena del amor y la compasión de Dios por su pueblo cautivo.
“Edificad casas y habitadlas; plantad huertos y comed del fruto de ellos. Casaos y engendrad hijos e hijas; dad mujeres a vuestros hijos y dad maridos a vuestras hijas, para que tengan hijos e hijas. Multiplicaos allá, y no disminuyáis. Procurad la paz de la ciudad a la cual os hice transportar, y rogad por ella a Jehová, porque en su paz tendréis vosotros paz.” Jeremías 29:5
¡Que buen consejo! Este es el deber del hijo de Dios en donde quiera se encuentre.
“Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz y no de mal, para daros el fin que esperáis. Entonces me invocaréis. Vendréis y oraréis a mí, y yo os escucharé. Me buscaréis y me hallaréis, porque me buscaréis de todo vuestro corazón.” Jeremías 29: 11-13
¡Qué hermoso! Estas promesas están escritas aquí para nosotros también. Jeremías estaba profetizando para el pueblo de Dios a través de la historia, especialmente para este tiempo del fin. ¿Quieres unirte conmigo en alabar a Dios por estas promesas?
“Seré hallado por vosotros, dice Jehová; haré volver a vuestros cautivos y os reuniré de todas las naciones y de todos los lugares adonde os arrojé, dice Jehová. Y os haré volver al lugar de donde os hice llevar.” Jeremías 29:14
Estas palabras no sólo prometen el regreso de los cautivos a Jerusalén, sino que profetizan la reunión del todo pueblo de Dios, a través de las edades al final del tiempo.
Que puedas gozarte hoy en Su Palabra.
Dios te conceda un día muy bendecido.