


Martes, febrero 11 – Jeremías 50, 51
1. ¿Cuál es la advertencia de Dios en Jeremías 50:4-6 sobre el pecado de idolatría y el alejamiento de su pueblo?
2. ¿Cómo describe Jeremías 50:20 la promesa de Dios de borrar los pecados y restaurar a Su pueblo?
3. ¿Qué revela Jeremías 51:15-19 sobre el poder de Dios como Creador frente a los ídolos inútiles?
4. ¿Cómo nos desafía el juicio de Babilonia en Jeremías 51:6-10 a confiar en la justicia de Dios y apartarnos del mal?
Comentario y reflexión:
Los capítulos 50 y 51 de Jeremías contienen un mensaje de juicio y esperanza. Dios dirige una severa advertencia contra Babilonia, que simboliza el orgullo humano, la opresión y la idolatría. Babilonia había sido un instrumento en las manos de Dios para disciplinar a Su pueblo, pero ahora sería juzgada por su maldad. Este pasaje nos recuerda que ninguna nación o individuo está fuera del alcance de la justicia divina.
En Jeremías 50:4-6, el profeta describe el lamento del pueblo de Israel y Judá mientras buscan al Señor con corazones arrepentidos. Dios les advierte sobre el peligro de alejarse de Él, comparándolos con ovejas perdidas que siguen a líderes equivocados. Esta imagen nos desafía a reflexionar sobre a quién estamos siguiendo en nuestra vida y a considerar si estamos caminando hacia la verdad o la confusión (Babilonia) espiritual.
A pesar de las advertencias, Jeremías 50:20 resplandece con la promesa de Dios: “En aquellos días y en aquel tiempo, dice Jehová, la maldad de Israel será buscada, y no aparecerá; y los pecados de Judá, y no se hallarán; porque perdonaré a los que yo hubiere dejado”. Este versículo refleja el corazón misericordioso de Dios, que anhela borrar nuestras transgresiones y darnos una nueva oportunidad.
En Jeremías 51:15-19, el profeta contrasta el poder del Creador con la impotencia de los ídolos. Mientras que los ídolos son fabricados por manos humanas y no pueden hacer nada, Dios es el Señor de toda la creación, poderoso y eterno. Esto nos llama a examinar nuestras vidas para identificar cualquier cosa que haya tomado el lugar de Dios en nuestro corazón, ya sea el materialismo, el orgullo o la autosuficiencia.
Finalmente, el juicio de Babilonia en Jeremías 51:6-10 nos recuerda que Dios es justo y fiel para castigar el mal y redimir a Su pueblo. Este llamado a “salir en medio de Babilonia” nos invita a apartarnos de todo lo que nos aleje de Dios y a confiar plenamente en Su plan de redención. Como creyentes, debemos vivir como luces en un mundo oscuro, testificando del poder transformador de Dios.
Mi oración: Señor, gracias por recordarme que Tú eres justo y misericordioso. Perdóname por los momentos en que he seguido mi propio camino o he permitido que otras cosas tomen tu lugar en mi vida. Ayúdame a reconocer mis errores y a volver a Ti con un corazón sincero. Hazme un instrumento de tu luz en un mundo que necesita desesperadamente tu verdad. Gracias por tu promesa de restauración y por borrar mis pecados cuando me acerco a Ti en arrepentimiento. En el nombre de Jesús. Amén.