


Sábado febrero17 – Éxodo 3, 4 – Lectura adicional, Patriarcas y Profetas capítulo 22, “Moises”
1. ¿Dónde se le apareció el Angel de Jehová a Moises? Éxodo 3:1,2
2. ¿En qué lugar específico se manifestó el Angel de Jehová? Éxodo 3:2
3. ¿Qué nombre le dio Dios a Moises para que le presentara ante los hijos de Israel? Éxodo 3:14
4. ¿Cuáles señales dio Dios a Moises para que presentara a los hijos de Israel en Egipto? Éxodo 4:1-8
5. ¿Quién designó Dios para que le ayudara a Moises a comunicarse? Éxodo 4:14,15
La zarza no es un árbol hermoso, ni grande, ni útil. No se encuentra en los jardines, en macetas o en búcaros. No es apreciada ni cultivada. Dios escogió un arbusto común y falto de gracia para aparecer a Moises con el propósito de ilustrar que el valor no está en el instrumento, sino en su presencia. La zarza sin la llama divina habría sido como cualquier otro arbusto común o una maleza. La presencia de Dios hizo de la zarza un árbol diferente y excepcional.
La zarza representa también a Jesus. En su físico, sin notables atractivos, arde la llama que revela al gran Yo Soy. Jehová puso el fuego en la zarza porque tuvo compasión por su pueblo,
“He visto la aflicción de mi pueblo, he escuchado su clamor y he conocido su angustia. Por eso he descendido para librarlos.” 3:7
Ante la presencia de Dios revelada en Jesus y en el testimonio viviente de sus seguidores, ante el plan de Dios de liberación para su pueblo, “quita el calzado de tus pies, porque el lugar en que tú estás, tierra santa es.” Éxodo 3:5
“Mientras se alejaba de Madián, Moisés tuvo una terrible y sorprendente manifestación del desagrado del Señor. Se le apareció un ángel en forma amenazadora, como si fuera a destruirlo inmediatamente. No le dio ninguna explicación; pero Moisés recordó que había desdeñado uno de los requerimientos de Dios, y cediendo a la persuasión de su esposa, había dejado de cumplir el rito de la circuncisión en su hijo menor. No había cumplido con la condición de que podía dar a su hijo el derecho a recibir las bendiciones del pacto de Dios con Israel, y tal descuido de parte del jefe elegido no podía menos que menoscabar ante el pueblo la fuerza de los preceptos divinos. Séfora, temiendo que su esposo moriría, realizó ella misma el rito, y entonces el ángel permitió a Moisés continuar la marcha. En su misión ante el faraón, Moisés iba a exponerse ante un gran peligro; su vida podría conservarse únicamente mediante la protección de los santos ángeles. Pero no estaría seguro mientras tuviera un deber conocido sin cumplir, pues los ángeles de Dios no podrían protegerlo.” PP 231
“Algunos han pensado que Moisés pasó por una experiencia similar a la de Jacob en Peniel (Gén. 32: 24-32). Otros han sugerido que le sobrevino una súbita y grave enfermedad, que él y Séfora reconocieron como un castigo de Dios por no haber cumplido con sus órdenes. En realidad, un ángel se le apareció a Moisés de una manera amenazadora, como si hubiera intentado matarlo (PP 261).” CBA Éxodo 4:24
“En el tiempo de la angustia que vendrá inmediatamente antes de la venida de Cristo, los justos serán resguardados por el ministerio de los santos ángeles; pero no habrá seguridad para el transgresor de la ley de Dios. Los ángeles no podrán entonces proteger a los que estén menospreciando uno de los preceptos divinos.” PP 232
Que la llama de la presencia divina arda hoy en tu vida. Dios te conceda un día muy bendecido.