


Miércoles, febrero 19 – Ezequiel 8, 9
1. ¿A quién vio primero Ezequiel en la visión del capítulo 8? Ezequiel 8:2
2. ¿A dónde fue llevado Ezequiel en visión? Ezequiel 8:3
3. ¿Qué vio Ezequiel en el templo? Ezequiel 8:3-17
Ya había pasado un año desde que Ezequiel fue llamado a ser profeta, pero a pesar de su juventud su llamado ya era reconocido. En esta ocasión los lideres del exilio habían venido a consultarle cuando fue arrebatado en visión. Fue llevado por el Espíritu de Dios en visión a Jerusalén. La preocupación de los lideres obviamente era la desgracia del momento y el regreso. Estaban ansiosos de escuchar Palabra de Dios que les diera esperanza.
Inmediatamente Ezequiel se dio cuenta de que la visión venia de Dios porque vio su gloria como la había visto antes.
Primero fue llevado a una de las puertas del templo. Cerca del atrio interior había una habitación dedicada a “la imagen del celo”, ¡en el mismo templo de Jehová!
“Se ha pensado que podría ser una representación de Baal, Moloc o Astarté. Pero es posible que “imagen del celo” no fuera un nombre propio de una deidad pagana específica, sino más bien un nombre que describe una imagen que provocaba a celos al Señor.” CBA, Ezequiel 8:3
Jehová le muestra a Ezequiel, para que lo comunique a los ancianos lideres en el exilio, abominaciones cada vez mayores que ocurrían en el mismo templo. A través de una puerta secreta fue conducido a un recinto en donde había 70 sacerdote y lideres practicando la idolatría.
“Jehová no nos ve. Jehová ha abandonado la tierra,” era un dicho común entre los idolatras. Tenían a Dios como los demás dioses, pretendían que podían sustituirlo ahora porque había abandonado el país.
Mostrando una abominación aun mayor, lo lleva a otra parte del templo en donde había mujeres en una práctica idolátrica, estaban llorando a Tamuz, un dios de origen babilónico, el dios de la vegetación que decían que moría cada año en el verano. Este llanto era un ritual pagano.
Fue llevado entonces al atrio interior en donde había un grupo de 25 sacerdotes, con sus espaldas al templo, postrados hacia el oriente adorando al sol. La adoración al sol es una abominación antigua. El domingo es el día del sol.
La visión del capítulo 9 es continuación de la del capítulo 8.
El castigo fue ilustrado en una visión en la que Dios envió mensajeros para llevar a cabo la obra de juicio; pero primero envió a un siervo especial para poner un sello en aquellos que no participaban de la idolatría y la maldad. Estos serían guardados de los juicios.
“La visión se refería en primer lugar a la destrucción de Jerusalén ordenada por Nabucodonosor. Tendrá otro cumplimiento cuando transcurran las escenas finales de la historia de este mundo.” CBA, Ezequiel 9:4
Los juicios de Dios comienzan por el templo. La responsabilidad de quienes profesan adorarle es mayor que la de aquellos que abiertamente sirven al enemigo.
“La primera aplicación de este decreto indica el fin del tiempo de gracia de Jerusalén. Dios había agotado sus recursos en sus exhortaciones al rebelde Israel. Quitaría su poder represor que frenaba a los invasores caldeos. Sin misericordia, los ejércitos caldeos ejecutarían la orden de matar “a viejos jóvenes… hasta que no quedara ninguno”. Habrían de comenzar por el santuario, donde se habían concentrado los horrendos pecados del pueblo.” CBA, Ezequiel 9:6
Aquí está el cumplimiento primario de esta profecía: “Por lo cual trajo contra ellos al rey de los caldeos, que mató a espada a sus jóvenes en la casa de su santuario, sin perdonar joven ni virgen, anciano ni decrépito; todos los entregó en sus manos.” 2 Crónicas 36:17
“Estas escenas volverán a verse en los últimos días. Entonces también el juicio habrá de comenzar por la “casa de Dios” (1 Ped. 4: 17), con aquellos a quienes Dios ha dado gran luz y que han sido los guardianes espirituales del pueblo, pero han traicionado su cometido (2JT 65-66).
Estos pastores infieles serán primero maltratados por los que han sido engañados por ellos (PE 282). Más tarde perecerán en la destrucción general que precede y acompaña a la segunda venida de Cristo (Apoc. 15-19).” CBA, Ezequiel 9:6
El mensaje de Jehová a los ancianos del exilio es claro, las causas del cautiverio todavía están vivas. Hay mucha idolatría en el país y aun en su templo. Los juicios no se detienen, van adelante.
Permita Jehová que tú y yo seamos de aquellos que reciben en su frente el sello de Dios antes que sus juicios sean derramados sobre la tierra, comenzando por su templo.
Dios te conceda un día muy bendecido.