


Jueves, julio 4 – Salmos 92, 93
1. ¿A la fuerza de qué animal compara el salmista la que Dios le daría? Esto es aplicable a nosotros hoy, si confiamos en el Señor. (Salmo 92:10).
2. ¿A cuáles árboles se compara al justo y por qué? (Salmo 92:12, 13).
3. Según Salmos 93:3, 4 en una magnífica metáfora, ¿quiénes dice el salmista levantarán su alabanza a Dios?
Comentario y reflexión:
Algunas citas de Elena White en relación con el creyente como una palmera,
“La palmera representa adecuadamente la vida de un cristiano. Se levanta derecha en medio de la calcinante arena del desierto, y no muere, pues extrae su sustento de las fuentes de vida que hay debajo de la superficie.” (RH 1-9-1885).
“Como la palmera que extrae alimento de las fuentes de agua viva se mantiene verde y floreciente en medio del desierto, también el cristiano puede extraer ricas provisiones de gracia de la fuente del amor de Dios, y así guiar a las almas cansadas que están abrumadas de desasosiego y casi por perecer en el desierto del pecado, a las aguas de las que pueden tomar y vivir. El cristiano siempre conduce a sus prójimos a Jesús, el cual invita: “Si alguno tiene sed, venga a mí y beba”. Esta fuente nunca nos engaña; podemos sacar agua de ella vez tras vez.” (ST 26-10-1904).
“Si el cristiano de alguna manera ha de prosperar y progresar, debe hacerlo en medio de aquellos que no conocen a Dios, en medio de burladores, y sometido al ridículo. Pero debe mantenerse derecho como la palmera del desierto. El cielo puede ser como bronce, la arena del desierto puede golpear las raíces de la palmera y amontonarse alrededor de su tronco; sin embargo, el árbol vive siempre lozano, fresco y vigoroso en medio de las candentes arenas del desierto. Remuévase la arena hasta llegar a las raicillas de la palmera, y se descubrirá el secreto de su vida; avanza hacia abajo, profundamente, por debajo de la superficie hasta las aguas secretas, ocultas en la tierra. Los cristianos, sin duda, pueden ser representados adecuadamente por la palmera. Son como Enoc: aunque estén rodeados por influencias corruptoras, su fe se aferra del Invisible. Caminan con Dios y obtienen vigor y gracia de él para resistir la corrupción moral que los rodea. Como Daniel en la corte de Babilonia, se mantienen puros y sin contaminación; su vida está escondida con Cristo en Dios. Son virtuosos en espíritu en medio de la depravación; fieles y leales, fervientes y entusiastas, mientras están rodeados por incrédulos, por hipócritas con apariencia de piedad, por impíos y mundanos. Su fe y su vida están ocultas con Cristo en Dios. Jesús está en ellos como una fuente de agua que brota para vida eterna. La fe, como las raicillas de la palmera, penetra debajo de las cosas que se ven y extrae alimento espiritual de la Fuente de la vida.” (ST 8-7-1886).
“El Salmo 93 alaba a Jehová como soberano del universo. Es una descripción de la grandiosa entronización de la Deidad en un solio establecido desde la eternidad y hasta la eternidad. Este es el primero de la serie de salmos reales (Sal. 93 a 101) que glorifican a Dios como creador y señor. Este salmo señala su poder divino en la creación, en la derrota de sus enemigos, en la fidelidad de su palabra y en la santidad de su casa. En el sobrescrito que aparece en la LXX (Versión Septuaginta) se añade la frase “para el día antes del sábado.” (CBA, Introducción al Salmo 93)
Es mi oración que puedas florecer como la palmera y crecer como el cedro del Líbano.