


Lunes, junio 10 – Salmos 142,1 Samuel 25 – Patriarcas y Profetas, capítulo 65, “La magnanimidad de David”
1. ¿Cuál es el nombre de la mujer de Nabal que llegó a ser esposa de David? 1 Samuel 25:40
2. ¿De qué manera Nabal actuó con ingratitud hacia David? 1 Samuel 25:10, 11
David estaba sufriendo con paciencia la injusticia a la que estaba siendo sometido. No tomó el asunto en sus propias manos para hacer justicia, lo dejó en las manos de Dios. Su deber era respetar “al ungido de Jehová”. Debía ser fiel al deber, su único recurso era clamar a Jehová,
“2 Delante de él expondré mi queja;
delante de él manifestaré mi angustia.” Salmos 142:2
En este mismo tema está la historia del otro capítulo para hoy, 1 Samuel 25.
Nabal era un hombre de Carmel que era muy rico y soberbio. Según el relato, era insoportable, incluyendo para el personal de su casa, según uno de sus criados, “él es un hombre tan perverso, que no hay quien pueda hablarle.” (1 Samuel 25:17). Es mejor la gracia de espíritu que el dinero.
Nabal actuó con ingratitud hacia David devolviéndole el favor que le hizo con insultos. Lo que pidió David no era nada para un hombre rico y no era extraño entonces mostrar hospitalidad y compasión para alguien que necesitaba.
Ante la ofensa de Nabal, David reaccionó de manera impulsiva. Era demasiada humillación que, además de Saul, ahora tuviera que sufrir la ingratitud y el desprecio de este hombre. Enseguida decidió salir con 400 hombres armados a “hacer justicia”. Cuando se enteraron los criados de Nabal dieron la noticia a su esposa, Abigail. Ellos sabían que ella era una mujer juiciosa. Abigail sabía lo que había que hacer. Presta juntó una abundante provisión para llevarle a David. Sin decir nada a su necio esposo, salió con la misión de salvarle la vida. Si Nabal llega a enterarse de lo que Abigail planeaba hacer, lo más probable es que se lo habría impedido para desgracia suya.
De paso, el regalo es impresionante, es evidencia de la fertilidad de la tierra de la que fluía “leche y miel”. “Tomó Abigail a toda prisa doscientos panes, dos cueros de vino, cinco ovejas guisadas, cinco medidas de grano tostado, cien racimos de uvas pasas y doscientos panes de higos secos, y lo cargó todo sobre unos asnos.” 1 Samuel 25:18. Es impresionante que tuvieran todo esto almacenado y que Nabal no se diera cuenta de lo que estaban haciendo.
Cuando Abigail se encontró con David le habló con tacto y prudencia, “La respuesta suave aplaca la ira, pero la palabra áspera hace subir el furor. El hombre se alegra con la respuesta de su boca; la palabra a su tiempo, ¡cuán buena es!” Proverbios 15:1, 23.
Abigail le dio a David uno de los mejores consejos que recibió en su vida. Razonó con él,
- El hecho de que Nabal, o Saul, hayan hecho mal, no te justica a ti para hacer lo mismo.
- De ti se espera que actúes mejor porque tú has sido llamado por Dios.
- No tomes la venganza en tu mano, deja la venganza a Dios.
- Si actúas por impulso ahora te va a causar pena y remordimiento después.
Ya calmado, David fue humilde y reconoció la sabiduría del consejo de Abigail. Así fue como una mujer con tacto y prudencia salvó a su esposo, a la gente de su casa y a David. También le evitó grandes problemas a la nación. ”Todo hombre prudente procede con sabiduría; el necio manifiesta su necedad.” Proverbios 13:16
Actuamos neciamente cuando, motivados por la ira, reaccionamos impulsivamente. La mayor parte de las veces nos pesa después. Por eso, antes de responder cuenta hasta 100, y sobre todo ora.
Hacemos bien en seguir el consejo de Abigail. Es de Dios castigar la injusticia, permitamos el tiempo para que lo haga.
Que seas muy bendecido en este día.