


Miércoles, junio 26 – Salmos 43, 44
1. ¿Qué respuesta ofrece el salmista al abatimiento y a la turbación? Salmos 43:5
2. ¿Por qué le parece al salmista que el Señor está dormido? Salmos 44:23-26
David está afligido por la gente impía y en su lamento poético encomienda a Dios su causa. En las tinieblas que envuelven su alma, pide ser guiado por la luz y la verdad de Dios a su Santo Monte y a sus moradas.
Me acercaré al altar de Dios,
al Dios de mi alegría y de mi gozo.
Y te alabaré con el arpa,
Dios, Dios mío. Salmos 43:4
Es un buen recurso que tenemos a nuestra disposición en las batallas que plantea la maldad encomendar a Jehová nuestra causa, es bueno ir a su Casa a alabarle. En tus momentos de tinieblas, que su luz y su verdad te guíen a su Santo Monte y a sus moradas.
En el último y hermoso verso David se cuestiona a sí mismo, se pregunta por qué se abate y se turba y él mismo responde,
¿Por qué te abates, alma mía,
y por qué te turbas dentro de mí?
Espera en Dios,
porque aún he de alabarlo,
¡salvación mía y Dios mío! Salmos 43:5
Que en nuestra turbación y en aflicciones podamos cuestionar nuestros temores como lo hizo David y animarnos a esperar en Dios.
Sobre el sobrescrito o el encabezamiento del Salmo 44 cito el Comentario Bíblico Adventista,
“En el sobrescrito de 11 salmos aparece la frase “para los hijos de Coré” (Sal. 42, 44-49, 84, 85, 87, 88). La palabra hebrea traducida “para” es le, la misma preposición traducida “de” en la frase “Salmo de David”. Los hijos de Coré escaparon al castigo infligido por la rebelión de su padre contra la autoridad de Moisés (ver Núm. 16: 1-35), y sus descendientes llegaron a ser dirigentes en el culto del templo (ver 1 Crón. 6: 22; 9: 19).” CBA, introducción a Salmos
En los versículos 20, 21 dice el salmista que Dios conoce los secretos del corazón. No necesita que nadie le cuente sobre nosotros, no necesita que nadie le explique razones o motivos. Estamos desnudos delante de él, nada nos aparta de su vista y de su conocimiento.
Pablo cita el versículo 22 en el hermoso pasaje de Romanos 8 en donde habla de las pruebas del cristiano,
¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, angustia, persecución, hambre, desnudez, peligro o espada? Como está escrito: «Por causa de ti somos muertos todo el tiempo; somos contados como ovejas de matadero.» Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó.” Romanos 8:35-37
Que puedas vivir hoy confiando que Jehová te conoce y que tengas paciencia para esperar en El.