


Jueves, 27 de junio – Salmo 45, 49
1. ¿Qué provoca la unción de Dios? Salmo 45:7.
2. ¿Qué piensa el insensato que sucederá con sus posesiones? Salmo 49:11
3. ¿Qué les sucederá a los justos en la resurrección? Salmo 49:15
El Salmo 45 ha sido llamado un canto de amor. Su lenguaje poético describe a un rey majestuoso y poderoso que va a encontrarse con su bella novia. El capÃtulo se refiere a su belleza, majestad y bendición. Sin embargo, en el versÃculo 6, el salmista cambia de la descripción de un rey terrenal usando las palabras “Tu trono, oh Dios”, que apuntan a Dios Padre. Además, en el versÃculo 7, habla sobre el ungido que ama la justicia y aborrece la maldad. Esta expresión inspirada puede ser asignada a Jesucristo y se referencia en Hebreos 1:8, 9.
Los versÃculos 10 – 17 se dirigen a la reina, su belleza, su vestido y la alegrÃa que ella trae al rey cuando entra al palacio. Lo mismo podrÃa decirse del Rey Cristo y la iglesia, su novia. La misma bendición dada al rey terrenal, de que será recordado por todas las generaciones, se cumplirá cuando el Rey celestial regrese y todas las personas lo alaben por siempre.
El Salmo 49 enfatiza la necesidad de ser sabios en todos nuestros asuntos en esta vida porque, ya sea rico o pobre, de bajo estatus o de alto rango, todos terminan en la tumba, y todas las posesiones terrenales logradas se quedarán atrás cuando se hayan ido. El salmista nos advierte que debemos adherirnos a la sabidurÃa de lo alto y no seguir el camino de los insensatos que reciben los elogios de los hombres, pero olvidan que Dios es quien obró su redención a través de la muerte de su Hijo, Jesucristo.
Esforcémonos para vivir en obediencia a Dios, sabiendo que las riquezas de este mundo no se pueden comparar con las glorias eternas que nos esperan en la eternidad. Esperemos con ansias la esperanza de levantarnos en la primera resurrección para ver el rostro de Aquel que nos instruyó en el camino de la justicia.
Sé bendecido y sé una bendición para otros hoy y siempre.