


Viernes, junio 28 – Salmos 84, 85
1. ¿Qué anhela ardientemente el salmista? Salmos 84:2
2. ¿Qué es mejor para el salmista que mil días en cualquier parte? Salmos 84:10
3. ¿Cuál es el significado de Salmos 84:10?
Los salmos 84 y 85 se identifican como para los hijos de Coré. Aparecen otros nombres de personas relacionados con los salmos como autores, contribuyentes, compiladores, músicos y otros que estuvieron asociados con la composición de estos poemas o cantos. Entre estos tenemos a David, Asaf, Coré, Moisés, Hemán, Etán, Salomón y Jedutúm.
Me preguntaba si los hijos de Coré mencionados aquí tenían alguna relación con el Coré que se rebeló contra Moisés (Números 16:1-35). Se nos informa que estos hijos de Coré eran sus descendientes que escaparon del castigo infligido a su antepasado. Éstos llegaron a ser líderes en la adoración del templo. (1Crónicas 6:22; 9:19) Así se cumple la justa ley de Dios que establece que los hijos no deben pagar por los pecados de sus padres.
El hermoso Salmo 84 fue compuesto por David, el ungido del Señor, cuando se encontraba alejado de Jerusalén (v.9; Testimonios t. 4). El salmista expresa su nostalgia por el Santuario. Él anhela los atrios de Jehová. ¡Qué bueno sería si hoy tuviésemos la misma devoción y amor por la casa del Señor y su adoración!
Es una urgente necesidad para nosotros el que elevemos Ese concepto de la adoración a nivel individual y colectivo. A través de la Biblia encontramos que la adoración es la actividad más importante del creyente (Salmo 29:2); Apoc. 5:8-14).
La adoración es la respuesta de la criatura al Eterno. El sujeto es el ser humano, y el Objeto de la adoración es Dios. Siempre me ha impresionado que la primera pregunta del Abreviado Catecismo de Westminster es, ¿Cuál es el Principal fin del hombre? La respuesta es, “El fin principal del hombre es glorificar a Dios y disfrutarlo por siempre.”
El salmista en este canto disfruta a Dios siempre en su Santuario. Muy bien se ha dicho que el servicio de adoración no debe tener como centro al ministro. Este es el servicio del pueblo a Dios en su santuario.
En la adoración debemos primero pensar en Dios y en nosotros mismos sólo en relación con Dios. La verdadera adoración nos libera de la preocupación del yo.
Los salmos 84 y 85 son complementarios y del mismo estilo, para ser entonados con instrumentos de cuerdas y también para los hijos de Coré.
La última parte del salmo 85 exalta el amor y la lealtad de Dios. Esto se manifestó de manera completa en la persona del Mesías. En Jesús, la misericordia y la verdad se encuentran; la justicia y la paz se besan. (vv10-13) Estos son los atributos cardinales de Dios, misericordia, verdad, justicia, paz. Jesús los encarnó para nuestra redención. Así, el plan de Salvación de Dios queda consumado. La hermana White lo reafirma:
“El amor de Dios ha sido expresado en su justicia no menos que en su misericordia. La justicia es el fundamento de su trono y el fruto de su amor. Había sido el propósito de Satanás divorciar la misericordia de la verdad y la justicia. Procuró demostrar que la justicia de la ley de Dios es enemiga de la paz. Pero Cristo demuestra que en el plan de Dios están indisolublemente unidas; la una no puede existir sin la otra. “La misericordia y la verdad se encontraron; la justicia y la paz se besaron”. Salmos 85:10. Por su vida y su muerte, Cristo demostró que la justicia de Dios no destruye su misericordia, que el pecado podía ser perdonado, y que la ley es justa y puede ser obedecida perfectamente. Las acusaciones de Satanás fueron refutadas.” El Deseado de Todas las Gentes, 710, 711.
Doy gracias a Dios por esta lectura inspirada que edifica nuestras vidas. Que el Señor colme sus vidas de su gracia.