


Martes, noviembre 5 – 2 Reyes 8, 9 – Lectura adicional, Profetas y Reyes capítulo 19, “Un profeta de paz”
1. ¿Qué significado tiene la preocupación del profeta Eliseo por la mujer sunamita al aconsejarle que se mudara a otro lugar debido a la hambruna que venía? 2 Reyes 8:1, 2
2. El Antiguo Testamento menciona 27 veces la frase “e hizo lo malo ante los ojos de Dios”, ¿qué implicaciones tiene tal declaración? 2 Reyes 8:18, 27
3. ¿Obtenemos alguna lección de la trágica muerte de Acab y Jezabel? 2 Reyes 9:33-37
Commentary and Reflection:
2 Reyes 8 comienza presentando la bondad de Dios hacia una hija fiel. Esta mujer de Sunem es la misma mencionada en 2 Reyes 4:8-37. Era una mujer que, junto a su esposo, se desvivía en su cuidado del profeta Eliseo. Creía en la misión de Dios y utilizó sus recursos para apoyar y promover esa obra sagrada. Ella sufrió la pérdida de su hijo, pero también se alegró al recibirlo de vuelta mediante el milagro de la resurrección realizado por Dios a través de Eliseo. Su obediencia a la palabra del profeta al mudarse a otro lugar debido a la hambruna muestra la misericordia divina y el cuidado que Dios tiene por sus hijos fieles. Esta no es solo una historia del pasado, sino una realidad vigente. Dios cuida de cada uno de nosotros siempre.
Israel y Judá tuvieron 40 reyes en su historia y en 27 ocasiones el autor bíblico dice que “hicieron lo malo ante los ojos de Jehová”, aunque los reyes malos fueron más de 27 realmente. Algunos de estos reyes iniciaron haciendo el bien y luego se corrompieron. No obstante, de Acab se dijo que “hizo lo malo ante los ojos de Jehová, más que todos los que reinaron antes de él” y el pueblo de Israel tuvo que soportar sus maldades por espacio de 22 años (1 Reyes 16:30). Es decir, parece que de entre los reyes malos, Acab fue uno de los peores. Al casarse con Jezabel la maldad de su corazón aumentó. El relato bíblico cuenta que, desde el mismo principio de su gobierno, adoraron dioses ajenos en abierta oposición de Dios.
Las palabras de Salomón bien podrían ser aplicadas a esta pareja real “hay camino que parece derecho al hombre, pero su fin es camino de muerte.” (Prov. 16:25). La muerte de ambos fue trágica, los perros lamieron su sangre (1 Reyes 22:38, 2 Reyes 9:36). Este es un ejemplo del triste fin que tendrán los que dan la espalda a Dios y se permanecen en la maldad.
En la historia de 2 Reyes 8, 9 notamos el contrastante entre una mujer fiel a la que Dios le devolvió su hijo y una pareja real infiel que tuvo el peor final que se puede imaginar.
La historia de unos y otros aún se repite. Es nuestra decisión ser fieles o infieles. Podemos elegir tener una vida sana de obediencia y lealtad a Dios o una vida de desobediencia que traerá lágrimas y dolor a nosotros y los que nos aman.
Mi invitación hoy es que nos mantengamos fieles a Dios y que andemos en sus caminos cada día.
Dios te dé un día muy bendecido.