


Jueves, octubre 10 – Proverbios 29, Eclesiastés 1
1. ¿Qué le pasa al pueblo sin profecía? Proverbios 29:18
2. ¿Con qué palabras define Salomón el paso del tiempo? Eclesiastés 1:5
3. Mucho antes de que la ciencia descubriera el ciclo hidrológico, ¿cómo lo describió Salomón? Eclesiastés 1:6, 7).
4. Explica con tus propias palabras lo que entiendes de las palabras de Salomón en Eclesiastés 1:15: “Lo torcido no se puede enderezar; y lo falto no puede contarse”. ¿Puede existir cambios por medio del esfuerzo humano solamente? ¿Qué papel juega Jesús en el cambio permanente?
5. Explica el sentido que tiene Eclesiastés 1:18: “Porque en la mucha sabiduría hay mucha molestia; y quien añade ciencia, añade dolor”.
Commentary and Reflection:
En Proverbios 29 Salomón ofrece consejos varios, tanto para gobernar, como de índole privada. Su tema va desde el dominio de la ira y la soberbia hasta de la complicidad en el robo, la cobardía y la corrupción. Los proverbios, por su estructura, podrían dividirse entre los adversativos y los complementarios. Los primeros son los que presentan una frase inicial y luego otra en el sentido contrario, con el fin de esclarecer la idea central. Estos son divididos por una conjunción adversativa (más, pero, sin embargo). Por otro lado, los proverbios complementarios son aquellos en los cuales la segunda frase reafirma el sentido de la primera.
Ejemplo de proverbio adversativo: Proverbio 29:3.
Primera frase: “El hombre que ama la sabiduría alegra a su padre.” Segunda frase: “más el que frecuenta rameras perderá los bienes.”
Ejemplo de proverbio complementario: Proverbio 29:19.
Primera frase: “El siervo no se corrige con palabras.” Segunda frase: “porque entiende sin hacer caso”.
La Ley y el Testimonio (también se refiere a la Profecía) van unidos en toda la Escritura. El pueblo remanente de Dios tendrá estas dos características: Guardarán los mandamientos de Dios y tendrán el Testimonio de Jesús (el Espíritu de la Profecía).
“El nombre de este libro Eclesiastés en hebreo es “Qohéleth”, o en español, “Predicador”. El que habla se aplica a sí mismo este título (cap.1:12). Se refiere probablemente al que “convoca” una reunión, o al “orador” o “predicador” oficial. La forma hebrea femenina, y su uso con una forma verbal de género, “Eclesiastés”, designa no solo a Salomón como “predicador”, sino también a la sabiduría divina que habla por su intermedio. Figuradamente, la Sabiduría se dirige al pueblo (Prov. 1: 20). De esta manera “Qohéleth” aparece como instrumento para la comunicación de la sabiduría divina, y también como la sabiduría personificada.” (CBA, Introducción, Título)
“Se ha considerado al rey Salomón como autor del Eclesiastés (ver Patriarcas y Profetas, pág. 62). La frase descriptiva hebrea, “hijo de David, rey en Jerusalén” (cap. 1: 1), se ha considerado como una prueba suficiente de la paternidad literaria de Salomón.
Desde los tiempos más antiguos hasta Lutero, también fue opinión unánime de todos los que escribieron acerca del Eclesiastés, que Proverbios, Eclesiastés y Cantares eran obra de un mismo autor. Sin embargo, se ha hecho notar que hay diferencias de estilo literario.
Pero esta diferencia del estilo del Eclesiastés, cuando se lo compara con el de los Proverbios y Cantares, se puede atribuir fácilmente al hecho de que tratan temas distintos, o a una avanzada madurez en un período posterior de la vida de Salomón. Cantares podría corresponder al tiempo del primer amor de Salomón para con Dios; Proverbios, con un período posterior, y Eclesiastés, con su vejez.” (CBA, Introducción, autor).
Eclesiastés 1 se basa en las palabras del predicador que todo en esta vida es “vanidad” o ilusión. El incesante devenir de las criaturas y de las cosas, hace que no haya nada nuevo bajo el sol y que todas las cosas antiguas sean olvidadas. Al fin concluye al afirmar que la sabiduría confirma esta realidad.
El vocablo aquí traducido como “molestia” deriva de una raíz que significa “estar afligido”, “ser provocado”. El exceso de estudio ocasiona insomnio, desgaste nervioso y a veces daña la salud. Sin embargo, no se debe llegar a la conclusión de que Salomón apoya la idea de que la ignorancia es felicidad.
Si uno desea sabiduría, debe estudiar intensamente, y el continuo investigar mengua la salud y la fuerza. También es verdad que un gran conocimiento no es índice de un gran carácter. La justicia de Jesucristo, recibida por fe, abre la puerta hacia el reino celestial, cosa que el conocimiento solo no puede lograr.
Dios te bendiga en este día.