


Viernes, noviembre 29 – Isaías 14, 15
1. ¿Cómo anticipan Isaías y otros profetas que los gentiles reconocerán a Israel como el pueblo escogido de Dios? (Isaías 2:2,3; 56:6-8; Zacarías 8:20-22; Hechos 2:10; 6:5)
2. ¿De qué manera Isaías 14 y Ezequiel 28:12-9 se complementan para hablarnos de las pretensiones de Satanás al inicio de la Controversia?
3. ¿A qué otros reinos cananeos se les envían oráculos proféticos en Isaías 14? (Isaías 14:24-27; 28-32)
4. ¿Por qué se le mandó a Moab un oráculo de un castigo devastador? (Isaías 15:1-9)
Comentario y reflexión:
Isaías 14 continúa con la profecía del capítulo 13 acerca de la caída de Babilonia. La Babilonia literal con sus tres figuras sobresalientes: Nimrod, Nabopolazar y Nabucodonor, eran solo representaciones del verdadero padre de la confusión y la rebelión contra Dios: Satanás.
Aunque la Babilonia histórica cayó hace muchos siglos, la versión mística o simbólica continúa con nosotros de una manera más diversa y sofisticada. A Babilonia la encontramos en el ámbito religioso, filosófico y científico. Gracias a los profetas del A.T. Isaías, Jeremías y Daniel, así como en las epístolas del N.T. y el Apocalipsis podemos identificarla en sus diferentes manifestaciones.
Es interesante que Isaías 14:12-15 utiliza la figura del rey de Babilonia como símbolo de su verdadero rey, Satanás. Se compara al rey con el lucero del amanecer (Venus). Los cananeos consideraban este astro como un dios que había querido colocarse a la cabeza de los demás dioses. Ese dios según ellos habitaba en un monte ubicado en un lejano punto en el norte.
Este pasaje tiene su paralelo con Ezequiel 28:11-19 donde el profeta utiliza al rey de Tiro para representar al mismo Lucifer (Lucero) de Isaías 14:12. Lucifer literalmente significa “portador de luz”. Desde los primeros siglos de la era cristiana, los padres de la iglesia identificaron a este lucero como Satanás.
En 2 Pedro 1:19 el apóstol identifica a Jesús como el verdadero “lucero o estrella de la mañana” (phósphoros, en griego). Isaías 14:13 nos ofrece una idea de las pretensiones e intenciones de Satanás cuando se rebeló contra Dios: subir más allá de las estrellas para parearse con Dios. La rebelión histórica de Babilonia contra Dios es un tipo de la rebelión de ese ángel de luz que quiso suplantar a Dios en su trono como soberano del universo. La semejanza entre la caída de Babilonia y la caída eventual de Satanás la encontramos aquí en Isaías y a través de toda la Biblia.
El largo mensaje contra Babilonia es seguido por uno breve contra el reino de Asiria, que también tiene su cuota de responsabilidad ante Dios por haber sido cruel con otros pueblos y no reconocer a Dios como el Soberano. Como sabemos, Asiria también fue un flagelo contra Israel como disciplina de parte de Dios para su pueblo. Los asirios como Babilonia pretendieron imponer su voluntad sobre el mundo. Dios quería mostrarles que ningún propósito contrario a su voluntad prevalecerá.
Isaías 15 es breve y contiene un oráculo sobre Moab y nos presenta el deplorable estado en que vivían y las escenas de su devastación venidera. Siempre me ha intrigado por qué los judíos y los moabitas manifestaban una enemistad tan marcada. Probablemente, por la situación de incesto de Lot con sus hijas mientras huían de Sodoma, habría algún prejuicio en ambas direcciones. Lo mismo se puede decir de los Amonitas. Amón y Moab fueron los hijos de Lot con sus hijas. “Los enemigos del hombre, son los de su propia casa o familia”, dijo Jesús en Mateo 10:36.
El mismo Isaías se sintió tocado en su corazón por la terrible suerte de los moabitas (v.5). ¡Cuán amargas son las consecuencias de nuestros pecados!
La sentencia profética de Dios sobre Babilonia y Moab se cumplió de acuerdo con su Palabra. Sin embargo, antes de que la justicia de Dios caiga sobre los impíos, Él siempre, en su misericordia, ofrece suficientes oportunidades para que el hombre se arrepienta.
Nabucodonosor resistió por mucho tiempo el llamado de Dios a través de Daniel para que aceptara al Dios de Israel como el verdadero Dios. Finalmente, llegó su última oportunidad, y después de sus siete años de locura, vio finalmente la luz y se arrepintió. ¡Cuán extraños son los caminos de Dios! Ahora tendremos la oportunidad de conocer y compartir con Nabucodonosor en la tierra nueva. Como dice el himno, “¡Grande es el Amor Divino!”.
No puedo dejar de mencionar a Ruth la moabita quien llegó a ser parte de la genealogía de Jesús. Si estas personas, a nivel individual, aceptaron la gracia de Dios en sus vidas, todos nosotros también tenemos la misma oportunidad.
Les deseo muchas bendiciones.