


Martes, diciembre 17 – Isaías 32, 33
1. ¿Qué sucederá cuando descienda el Espíritu de lo alto? (Isaías 32:15)
2. ¿Cuál es el efecto de la justicia? (Isaías 32:17)
3. ¿Quién habitará en las alturas? (Isaías 33:15)
4. ¿Quién es Jehová para nosotros? (Isaías 33:22)
Comentario y reflexión:
En los capítulos 32 y 33 Isaías aparta la atención del inminente ataque Asirio para referirse a la paz que llegara con el Rey Justo. De aquí podemos obtener varias enseñanzas.
En primer lugar, ante un mundo lleno de injusticia, engaño y dolor vendrá un Rey Justo que traerá a nuestra vida la verdadera paz. De hecho, el mismo Isaías lo declara como “el príncipe de paz” (Isaías 9:6) y Jesús dice, “mi paz os dejo” (Juan 14:27). Esto se cumple cuando aceptamos su justicia y gracia. Dice el Comentario Bíblico Adventista, “Dios es amor, y todos sus “mandamientos son justicia” (Sal. 119: 172). Quienes aman a Dios de todo corazón y a su prójimo como a sí mismos, están en paz con Dios y con el mundo que los rodea. La paz duradera sólo puede prevalecer donde hay un cimiento sólido de justicia. Sin justicia no puede haber paz (Isa. 48: 22). Quienes se aferran al pecado nunca podrán hallar paz, no importa cuán fervientemente la busquen. La mayor necesidad de nuestro mundo atribulado es comprender este principio importante y fundamental.” CBA, Isaías 32:17
Es posible que en este día te sientas cargado, agobiado y que no haya paz en tu vida, pero en Jesús podrás encontrar la verdadera y única paz. Hoy damos gloria a Dios por nuestro Príncipe de Paz.
En segundo lugar, en Isaías 32:15 tiene una promesa para ti y para mí. Promete que cuando venga el Espíritu nuestro desierto “se convertirá en campo fértil”. Dice el Comentario Bíblico Adventista: “Estas palabras se cumplieron parcialmente en la gran reforma auspiciada por Ezequías, pero más completamente durante el Pentecostés (Joel 2: 28; Hech. 2:17; cf. Ose. 6: 3; Joel 2: 23; Zac. 10: 1; Apoc. 18: 1).” CBA, Isaías 32:15.
Posiblemente nuestra vida haya sido un desierto de soledad y desilusiones, de frustraciones por no poder vencer, pero con la ayuda del Espíritu Santo nuestra vida será un campo fértil el cual estará lleno de frutos de bendición. ¡Oh Señor! Envía el Espíritu Santo a nuestras vidas.
En tercer lugar, vemos que Isaías presenta a Jehová como nuestro Juez, Legislador y Salvador (Isaías 33:22). En otras palabras, se muestra como el todo en nuestras vidas. Al igual que en el tiempo de Isaías es posible que haya a tu alrededor un enemigo que te agobia, amenaza y te quiere destruir, pero no hay porque temer pues contamos con el Todopoderoso de nuestra parte aquel que nos dará la victoria. Gracias Padre por tu protección y cuidado en medio de la adversidad.
Ánimo, nuestro Rey ya viene, falta poco para estar en la eternidad con nuestro Rey Justo nuestro Salvador.
Que las palabras de Isaías 32:17 y 33:22 resuenen profundamente en tu corazón:
“La obra de la justicia será paz; y el servicio de la justicia, reposo y seguridad para siempre” (Isaías 32:17, RV60).
“Porque Jehová es nuestro juez, Jehová es nuestro legislador, Jehová es nuestro rey; Él mismo nos salvará” (Isaías 33:22, RV60).
Que esta promesa llene tu corazón de esperanza, fortaleza y confianza mientras caminas en este día. Que tengas un hermoso y bendecido día.