Miércoles, diciembre 18 – Isaías 34, 35

Preguntas de estudio:

1. ¿Qué pasará con el cielo en el día de Jehová? Isaías 34:4

2. ¿Qué pasará con estos hijos de Dios cuando Él nos salve? Isaías 35:5,6
     Los ciegos
     Los cojos
     Los sordos
     Los mudos

Comentario y reflexión:

La lectura de los escritos de los profetas enriquece la historia narrada en Reyes y en Crónicas. Este es un beneficio de la lectura cronología de la Biblia. En este caso vemos cómo Dios busca dirigir, amonestar y alentar a Judá y al rey Ezequías en tiempo de peligro de invasión por Asiria, y al mismo tiempo nos habla a nosotros sobre este tiempo y en forma profética confirma lo que revela a través de otros profetas sobre el día del juicio de Jehová y la liberación definitiva de su pueblo que vendrá al fin del tiempo.

En Isaías 34 Jehová le asegura a su pueblo que está activo en el mundo, que está por encima de las naciones y que sus juicios vendrán inevitablemente sobre ellas.

La escena de matanza y juicio que describe en el versículo 3 se cumplió cuando Jehová libró a Judá de Senaquerib, rey de Asiria. Cuenta en 2 Reyes:

“Aconteció que aquella misma noche salió el ángel de Jehová y mató en el campamento de los asirios a ciento ochenta y cinco mil hombres. A la hora de levantarse por la mañana, todo era cuerpos de muertos.” 2 Reyes 19:35

El lenguaje poético de Isaías para describir esta liberación del pueblo de Dios es similar a la que usa Juan en el Apocalipsis para describir el juicio final de Dios sobre las naciones:

“Vi un ángel que estaba de pie en el sol, y clamó a gran voz diciendo a todas las aves que vuelan en medio del cielo: «¡Venid y congregaos a la gran cena de Dios! Para que comáis carnes de reyes y capitanes y carnes de fuertes; carnes de caballos y de sus jinetes; carnes de todos, libres y esclavos, pequeños y grandes.” Apocalipsis 19:17

Las naciones usan su poder para intimidar a otros pueblos. Jehová tiene autoridad, no solo sobre la tierra, sino también sobre el cielo: “Todo el ejército de los cielos se disolverá, y se enrollarán los cielos como un libro.” Isaías 34:18

Este lenguaje poético y profético es similar al de Juan en el Apocalipsis: “Miré cuando abrió el sexto sello, y hubo un gran terremoto. El sol se puso negro como tela de luto, la luna entera se volvió toda como sangre y las estrellas del cielo cayeron sobre la tierra, como la higuera deja caer sus higos cuando es sacudida por un fuerte viento. El cielo se replegó como un pergamino que se enrolla, y todo monte y toda isla fueron removidos de sus lugares.” Apocalipsis 6:12-14

En el sermón profético, en Mateo 24:39, Jesús dice que “las potencias de los cielos serán conmovidas”.

Del versículo 9 en adelante la escena cambia a una descripción de la tierra de estas naciones. Se convertirá en un lugar de terrible tormento, miedo y confusión, un lugar que ningún ser humano querría habitar. La gloria de su reino se habrá terminado, y las ruinas de sus defensas militares serán habitadas por animales y demonios. Este juicio ha sido determinado por Dios, quien ha registrado los detalles en un libro para que la gente en todas partes pueda estar segura de que es obra suya. “Sólo en el Libro inspirado puede hallarse información fidedigna en cuanto a lo que ocurrirá cuando Jehová esté ‘airado contra todas las naciones’”. CBA, Isaías 34:16

Isaías 35 es un hermoso Salmo que describe, más allá del juicio de Jehová sobre Asiria y sobre el mundo en el fin, la tierra de los redimidos.

“Si el pueblo de Israel hubiera sido fiel a Dios, la tierra prometida habría sido restablecida a su fertilidad y hermosura edénicas, tal como se describe en los vers. 1-4, 7, y habría desaparecido de entre ellos toda enfermedad, como se describe en los vers. 5-6 (ver pp. 29-30). Desde todas las naciones habrían llegado sinceros buscadores de verdad, que habrían caminado por el Camino de Santidad hasta Jerusalén, para aprender del verdadero Dios (pp .30- 32).” CBA, Isaías 35:8

“El viaje a Sión era un viaje feliz. Los peregrinos que iban en camino a Jerusalén para asistir a las fiestas, lo hacían con el corazón lleno de gozo y gratitud a Dios. Cantaban salmos de alabanza (Sal. 121; 122) mientras se anticipaban a las horas felices que habrían de pasar en la santa ciudad en compañerismo mutuo y en comunión con Dios. Esta habría de ser la experiencia de los ‘redimidos’ de todas las naciones.” CBA, Isaías 35:10

“Y los redimidos por Jehová volverán a Sión con alegría; y habrá gozo perpetuo sobre sus cabezas. Tendrán gozo y alegría, y huirán la tristeza y el gemido.” Isaías 35:10

Este será el sentir de los redimidos, esta será nuestra experiencia cuando Jesús venga a buscarnos para llevarnos a Sion, Jerusalén celestial, la ciudad que Dios ha preparado para sus hijos. Que esta hermosa promesa firme de Jehová te anime y sea tu fortaleza al comenzar esta semana y durante todo el año.

¿Quieres ahora mismo hacer una exclamación de alabanza y gratitud a Jehová? ¡Aleluya!