


Marzo 7, viernes – Ezequiel 40, 41
1. ¿Al leer estos dos capítulos, qué mensajes podemos encontrar tanto para el pueblo de Dios, como para nosotros individualmente?
2. ¿Cómo podemos enlazar estas profecías de Ezequiel con las de Apocalipsis?
3. ¿Qué nos dice esta visión del carácter y la persona de nuestro Dios?
4. ¿De qué manera esta visión desmiente la creencia de algunos cristianos de una era de restauración de los judíos como pueblo escogido de Dios en el tiempo del fin?
Ya entramos en la cuarta y última sección del libro de Ezequiel. El tema principal del profeta gira en torno al juicio. Dios juzga no sólo a las naciones impías que rodeaban y atacaban a Israel, sino que estos juicios eran dirigidos también al pueblo apóstata de Dios. Llama la atención la similitud del estilo de escritura de Ezequiel con el de Juan en el Apocalipsis. Siempre he considerado a Ezequiel y Daniel en el A.T. como libros representativos de la literatura apocalíptica, caracterizada por su gran cantidad de simbología en sus mensajes proféticos. Las medidas exactas de las dependencias del tempo tienen su paralelo con Apocalipsis 11:1,2 donde primero se mide (juzga) al pueblo de Dios y luego se juzga a los gentiles.
En la sección anterior 33:1-39:29 vimos la promesa de restauración de Israel y a Ezequiel como atalaya de Israel. Esta profecía de los capítulos 40 y 41 la recibió el profeta entre septiembre y octubre del 573 a.C. Dios le da los detalles pormenorizados de la reconstrucción del nuevo templo. En el verso 2 de este capítulo Ezequiel es llevado en visión a la tierra de Israel. Sobre un monte alto contempla una nueva Jerusalén en términos parecidos a la visión de Juan en Apocalipsis 21:10.
Algunas personas cuestionan por qué se dedicó tanto espacio y tiempo en ofrecer detalles tan exactos de un templo renovado que al final no se hizo realidad. Se podría indicar, a manera de justificación, que por medio de esta profecía Dios estaba dándoles a los israelitas una nueva oportunidad de comenzar otra vez. El pasado sería olvidado y no se le contaría en su contra. Con el fin de convencer al pueblo de los planes de restauración futura, Dios instruyó a su profeta para que les presentara un plano exacto del templo que sería reconstruido para adorar en el nuevo estado después del exilio. Nueve capítulos del libro se dedican al templo y sus servicios, además de la ciudad de Jerusalén y la división de la tierra.
Lamentablemente, esto no se hizo realidad por la condición espiritual del pueblo. Otra vez se repite la experiencia de lo “que pudo haber sido y no fue”. Los eruditos han aceptado que las diferentes medidas y los compartimientos y cámaras en el nuevo templo son difíciles de traducir. Es por eso que encontramos una variedad de traducciones en diferentes versiones de la Biblia.
Al considerar esta última profecía de Ezequiel del 40-48 debemos ser cautelosos de no tratar de interpretar de manera literalmente, y al pie de la letra lo que aquí se le presentó al profeta. Podemos concluir que esta visión, aunque estaba dirigida al pueblo de Israel en el exilio babilónico, lo que no se cumplió literalmente en ellos, se ha cumplido y se cumplirá de una manera más amplia y completa en Cristo y su iglesia. Juan, en el Apocalipsis, tomó prestadas cientos de imágenes del A.T., incluyendo de Ezequiel para trasladarnos a ese reino futuro en el cual podremos adorar a Dios en un templo más Glorioso y perfecto. De hecho, Apocalipsis 21:22 dice: “y no vi en ella templo; porque Dios Todopoderoso es el templo de ella, y el Cordero”.
Otro aspecto sobresaliente en esta visión es lo que dice del carácter y la persona de Dios. Él es un Dios de orden y de detalles. Él es el Dios de las segundas oportunidades. Si el pueblo de Israel hubiera aprendido la lección en el exilio; se hubiera arrepentido y dejado atrás su apostasía, por esta visión el Señor le estaba mostrando sus intenciones de restaurarlos conforme a su pacto y sus promesas. Ahora en Cristo todos, judíos y gentiles, tenemos la oportunidad de formar parte del pueblo remanente de los últimos días.
¡Hagamos planes para estar allí!