


Domingo, marzo 9 – Ezequiel 44, 45, 46
1. ¿De qué templo habla el profeta Ezequiel en estos capítulos?
2. ¿Se llegó a construir este templo? ¿Si no lo fue, porque hubo una visión sobre él?
3. ¿Cuál era la situación espiritual de Israel que mereció un reproche de Dios?
Comentario y reflexión:
Ezequiel 40 al 48 narra en detalle una visión sobre un templo que representaba el sueño de Dios para su pueblo. Al igual que el mensaje dado a Moisés de construir un tabernáculo fue dado en un monte alto (Éxodo 24:17), la visión de Ezequiel de este nuevo templo fue dada también en un monte alto (Ezequiel 40:2). Cabe destacar de igual manera que la visión Apocalíptica en la que Juan vio la santa Jerusalén, ciudad en la que el templo será Dios, también fue dada desde un monte alto (Apocalipsis 21:10).
De acuerdo con Ezequiel 45:1-6 las medidas de este templo eran excepcionales y toda su estructura y diseño podría ser digna de la mayor admiración. No obstante, este templo nunca llegó a construirse. Todo quedó en la visión, pero no así el sueño de Dios de ver una nación fortalecerse espiritualmente.
“Si Dios sabía que su templo nunca sería edificado, ¿por qué se esforzaría tanto en proporcionar un modelo tan lleno de pormenores del estado futuro?, la historia de Israel había significado una serie de fracasos. Dios ahora le ofrecía otra oportunidad para que empezara de nuevo. El pasado sería olvidado y nunca más sería presentado contra él. Israel como nación, y su pueblo personalmente, estaban invitados a aferrarse de esta gloriosa promesa.” Comentario Bíblico Adventista, Ezequiel 40:1
El propósito de Dios para esta visión tenía relación con la situación espiritual del pueblo. Les anunció mediante su profeta: “Adviértele a este pueblo rebelde de Israel que así dice el SEÑOR omnipotente: “Pueblo de Israel, ¡basta ya de tus prácticas detestables!” Ezequiel 44:6.
La preocupación y reproche divino no solamente concernía al pueblo, sino a quienes habían sido llamados a oficiar en las cosas sagradas. Ezequiel 45:9, 10 declara: ”Así dice el SEÑOR omnipotente: ¡Basta ya, príncipes de Israel! ¡Abandonen la violencia y la explotación! ¡Practiquen el derecho y la justicia!… ¡Usen balanzas justas, y pesas y medidas exactas!”. A lo Levitas les dijo: “Y enseñarán a mi pueblo a hacer diferencia entre lo santo y lo profano, y les enseñarán a discernir entre lo limpio y lo no limpio” Ezequiel 44:23.
Estas afirmaciones de Dios muestran el infortunado nivel en que se encontraba el pueblo elegido para mostrar el carácter de Dios sobre la tierra.
Es provechoso aplicar la visión de un nuevo templo a nuestros días. Hoy, al igual que en tiempos de Ezequiel, Dios desea acercarse a nosotros y espera que de tal acercamiento, nuestras vidas resulten transformadas. El sueño de Dios permanece. Este sueño es expresado en Ezequiel 46:3 “Asimismo adorará el pueblo de la tierra delante de Jehová, a la entrada de la puerta, en los días de reposo y en las lunas nuevas”. Podemos entender la visión como un llamado al acercamiento, al cambio de dirección y a la búsqueda de un Dios que desea sus hijos le adoren en plena lealtad y obediencia.
Busquemos a Dios y seamos fieles cada día.
Dios te dé un día muy bendecido.