


Miércoles, mayo 14 – Lucas 19, Mateo 20 – Lectura adicional, Deseado de todas las Gentes, capítulos 60 y 61
1. En la parábola de los obreros de la viña, ¿cuál fue la queja de los obreros que fueron contratados primero? Mateo 20:10-12
2. ¿Qué le pidió a Jesús la mama de los hijos de Zebedeo? Mateo 20:20,21
3. ¿Cómo criticaron a Jesús por ir a comer a casa de Zaqueo? Lucas 19:7
Estamos leyendo sobre los acontecimientos y enseñanzas relacionados con el regreso de Jesús a Jerusalén por última vez. El relato de los capítulos de hoy ocurren en Jericó o en su proximidad. El viaje tenía el propósito de ir a Betania por la muerte de Lázaro y de asistir la fiesta de la Pascua en Jerusalén, la que sería la última semana de su ministerio.
“Fue la conversación de Jesús con el joven rico (cap. 19: 16-22) y la resultante discusión con los discípulos lo que llevó a la presentación de la parábola de los obreros de la viña. En realidad, la parábola ilustra específicamente la verdad afirmada en el cap. 19: 30. La repetición, antes y después de la parábola, hace resaltar la lección que la misma debía enseñar (PVGM 322).” CBA, Mateo 20:1
“Esta parábola estaba dirigida a los discípulos a manera de respuesta a la pregunta “¿Qué, pues, tendremos?” (cap. 19:27).” CBA, Mateo 20:1
“Para que los discípulos no perdieran de vista los principios del Evangelio, Cristo les relató una parábola que ilustraba la manera en la cual Dios trata con sus siervos, y el espíritu con el cual él quiere que trabajen para él.” Palabras de Vida del Gran Maestro 327
“En la parábola de los obreros de la viña, Jesús expone el trato de Dios para con los que le dedican su servicio y explica la base sobre la cual serán recompensados. La parábola enseña que no recibirían ni más ni menos que los otros, porque los ciudadanos del reino son todos iguales en el sentido de que todos son pecadores redimidos.” CBA, Mateo 20:1
Además, la parábola de los obreros de la viña enseña que la gracia de Dios alcanza a todos por igual. De acuerdo con la lección de esta parábola, Dimas, el ladrón en la cruz, recibirá la misma recompensa que Pedro quien dedicó su vida completa al servicio de Dios.
“¿No conviniste conmigo en un denario? Toma lo que es tuyo y vete; pero quiero dar a este último lo mismo que a ti. ¿No me está permitido hacer lo que quiero con lo mío? ¿O tienes tú envidia, porque yo soy bueno?” Mateo 20:13-15
Me parece ver una conexión sutil entre la parábola de los obreros de la viña y el pedido de la mama de los hijos de Zebedeo para sus hijos. Jesús sabía que este espíritu merodeaba en sus discípulos. Quienes buscan los primeros lugares en el Reino de Dios, así como los discípulos, demuestran ignorancia del plan de Dios y de sus verdaderos planes.
Es sorprendente que después de un anuncio tan importante como el que hizo sobre su muerte, Santiago y Juan aún se atrevieran a pedir para sí un lugar importante en el reino. Había gran disonancia entre los discípulos y Jesús aun en este momento. En su respuesta sobre “el bautismo” y “la copa”, refiriéndose a su sufrimiento y muerte, hay una reprensión a la falta de sensibilidad y el egoísmo de sus más allegados, “No sabéis lo que pedís”.
Encontramos un paralelo entre la conversión de Mateo, en el principio del ministerio y la de Zaqueo llegando al final. Los dos eran despreciados cobradores de impuestos, Jesús se acercó a los dos, los dos hicieron fiesta en su casa para celebrarlo, los dos provocaron críticas, en ambos casos Jesús reprende a los críticos y declara su intención de acercarse a los pecadores. La historia de Zaqueo demuestra que hasta el final no perdió el enfoque. Es significativo que, cerca de la cruz, repite su declaración de misión: “porque el Hijo del hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido.” Lucas 19:10
Tanto los discípulos como sus críticos demostraron poca compresión de la misión de Dios al enviar a su Hijo. No lo había enviado para establecer un reino terrenal, tampoco a enclaustrarse con su pueblo, aislado de los pecadores. La enseñanza y acciones de Jesús en estos días muestran que su Reino nada tiene que ver con este mundo y que la misión de su pueblo no es rechazar y aislarse de los pecadores, si no alcanzarlos con el evangelio.
Al acercarnos a los acontecimientos del final de su ministerio, es mi oración que el Espíritu Santo nos dé una comprensión clara del propósito del ministerio de Jesús y de su misión que es también buscar y salvar.
Dios te conceda un día muy bendecido.