


Lunes, junio 2 – Hechos 8, 9 – Lectura adicional, Los Hechos de los Apóstoles, capítulos 11, 12
1. ¿Cómo trato Simón de conseguir el Espíritu Santo? Hechos 8:18,19
2. ¿Cómo recibieron al principio los discípulos de Jerusalén a Pablo? Hechos 9:26
3. ¿Cómo usaba el Espíritu Santo a Dorcas? Hechos 9:39
El libro de Hechos relata cómo el Espíritu Santo, después de la partida de Jesús toma control de la dirección de la Iglesia. En los capítulos de hoy vemos cómo dirige y posiciona la iglesia para una misión más allá de Jerusalén y de Judea, más allá de los judíos a los gentiles. Jesús había anunciado, “me seréis testigos en Jerusalén, en Judea, en Samaria y hasta lo último de la tierra”, Hechos 1:8.
Después de la ejecución de Esteban, el enemigo desató su furia en contra de la iglesia naciente. Quería destruirla, buscaba callarla, quería detenerla; pero su plan quedó frustrado porque la persecución sacó a la iglesia de la comodidad de Jerusalén y del enfoque en sus propias necesidades, esparciéndola por otras tierras.
La sierva de Dios comenta sobre el propósito de la persecución: “Olvidando que la fuerza para resistir al mal se obtiene mejor mediante el servicio agresivo, comenzaron a pensar que no tenían ninguna obra tan importante como la de proteger a la iglesia de Jerusalén de los ataques del enemigo. En vez de enseñar a los nuevos conversos a llevar el Evangelio a aquellos que no lo habían oído, corrían el peligro de adoptar una actitud que indujera a todos a sentirse satisfechos con lo que habían realizado. Para dispersar a sus representantes, donde pudieran trabajar para otros, Dios permitió que fueran perseguidos. Ahuyentados de Jerusalén, los creyentes “iban por todas partes anunciando la palabra.”” HAp 87
Felipe era uno de los diáconos y era también evangelista. Era un judío helenista y se vio forzado a ir a Samaria en donde comenzó a predicar con entusiasmo. Su trabajo tuvo gran éxito. “Y cuando sus discípulos fueron expulsados de Jerusalén, algunos hallaron seguro asilo en Samaria. Los samaritanos dieron la bienvenida a estos mensajeros del Evangelio, y los judíos convertidos recogieron una preciosa mies entre aquellos que habían sido antes sus más acerbos enemigos.” HAp 88
Luego Felipe es dirigido por el Espíritu Santo para encontrase con un etíope, ministro de finanzas de una reina africana.
Este hombre leía al profeta Isaías, precisamente en el capítulo 53 donde habla de los sufrimientos del Mesías. Felipe se acercó al carro y le preguntó, “¿entiendes lo que lees?” En otras palabras, “¿sabes de quién está hablando el profeta?” La respuesta del etíope representa el clamor de aquellos que, movidos por el Espíritu Santo, tienen el deseo y sienten la necesidad de entender la Palabra de Dios: “¿Y cómo podré, si alguien no me enseña?: 8:31
Después de la explicación del evangelio a partir de este pasaje, el etíope pidió ser bautizado. Así el Espíritu Santo comisionó a este hombre para ser un representante de Jesús en el norte de África. De esta manera confirma el carácter internacional de la iglesia y el alcance mundial de su misión. Se cumple lo que Jesús anunció, que el testimonio de los creyentes llegaría hasta lo último de la tierra.
En el capítulo 9 el relato va hacia la conversión de un joven fariseo quien era un feroz perseguidor de la iglesia, y se convirtió en un paladín del evangelio entre los gentiles. El discípulo Ananías estaba tan temeroso e intimidado por la reputación de Saulo, que se atrevió a argumentar con el Señor.
La respuesta de Jesús es reveladora del plan de Dios para Pablo y de su intención de mover a su iglesia más allá del judaísmo, a todas las gentes y a todo el mundo: “Ve, porque instrumento escogido me es éste para llevar mi nombre en presencia de los gentiles, de reyes y de los hijos de Israel.” 9:15. Ahora Saulo se convertiría en perseguido: “porque yo le mostraré cuánto le es necesario padecer por mi nombre.” 9:16
Jesús escogió a los doce apóstoles, los preparó y los usó poderosamente; pero también necesitaba a Pablo, por eso lo llamó. Usó a Pablo para mover la iglesia más allá del judaísmo, para sacudirla del legalismo y de la influencia farisaica, para explicar el cumplimiento y significado de los servicios del Santuario de una manera única y extraordinaria, para mostrar la belleza y profundidad del mensaje de la cruz, para explicar cómo trabaja el Espíritu Santo en la iglesia y a través de la iglesia. La revelación de la Biblia no estaría completa sin las cartas de Pablo.
“Instrumento escogido me es éste”, le dijo el Señor a Ananías. El siervo temeroso, en su humanidad y en desconocimiento de los futuros escritos de Pablo y de su historia, no pudo apreciar plenamente el significado de estas palabras. Solo obedeció, fue y oró por Saulo y lo bautizó. Nosotros hoy podemos apreciar el significado de las palabras del Señor.
Demos gracias a Dios por la dirección del Espíritu Santo, por la historia del libro de los Hechos, por Felipe, por el etíope, por Saulo, Ananías, Pedro y por Dorcas. El Espíritu Santo los usó a ellos. Aún está a cargo de la iglesia y tiene la intención de usarnos a nosotros para el cumplimiento de su plan, llevar el evangelio al mundo a través de su iglesia. Es mi oración que hoy estemos dispuestos a ser usados por Él.
Dios te conceda un día muy bendecido.