


Lunes, abril 14 – Malaquías 3, 4
1. ¿Contra quiénes será Jehová testigo en el juicio? Malaquías 3:5
2. ¿En qué le había robado la nación a Dios? Malaquías 3:9, 10
3. ¿A quién promete reprender Dios cuando somos fieles a Él en los diezmos y las ofrendas? Malaquías 3:11
4. ¿Para quién fue escrito libro de memoria delante de Jehová? Malaquías 3:16
5. ¿A quién enviará Jehová otra vez antes de su día? Malaquías 4:5
Estamos leyendo el libro del último de los profetas del tiempo posterior al exilio. Hoy terminamos el libro de Malaquías, llegando al periodo entre testamentos o inter testamentario.
Malaquías 3 tiene profecías y mensajes importantes y hermosos. En el versículo 1 presenta a Juan el Bautista en su obra de preparación y también al Mesías. Anuncia que Jesús viene “súbitamente” a su templo. El templo es suyo porque es la réplica de su trono y porque Él es el protagonista de sus ceremonias y ofrendas. Habla de Jesús como “aquel a quien vuestra alma desea”. Hageo lo llama “el Deseado de todas las gentes”, Hageo 2:7.
Luego en prosa poética habla de cuándo saldrá del templo en juicio.
En el versículo 5 menciona a aquellos contra quienes ha de testificar. Los hechiceros, los adúlteros, los defraudadores y mentirosos, los que no pagan el jornal justo, los que maltratan a las viudas los huérfanos y los extranjeros. Cuando leo una de estas listas en las Escrituras donde se mencionan aquellos a quienes Jehová condena, me pregunto si mis conceptos y prioridades se alinean con las suyas. Sospecho que nuestra lista de “personas condenadas” puede ser diferente.
Es, además, revelador la preocupación de Jehová por los desventurados, vez tras vez habla de los huérfanos, las viudas y los extranjeros. Obviamente la inmigración no es algo nuevo. Siempre ha habido extranjeros que batallan por establecerse en una nueva tierra. Creo que en la lista de las preocupaciones de Jehová seguramente están los padres y madres solteros.
La porción del capítulo 3 que habla de los diezmos y de las ofrendas es posiblemente el pasaje más leído en el culto del sábado. No por eso debe perder su fuerza y brillo. Jehová nos invita a probarle en nuestra fidelidad en los diezmos y las ofrendas. Este pasaje contiene bellísimas promesas que hacemos bien en atesorar.
El mundo está lleno de injusticias y de problemas, pero Jehová escuchó y hay un libro de memoria escrito delante de Él para los que le temen y confían en su nombre. Llama a los suyos, “mi especial tesoro”.
Habrá una gran diferencia entre los justos y los injustos en el día de Jehová. Los injustos “serán estopa, aquel día los abrasará, no les dejará ni raíz ni rama”. Malaquías 4:1 es un pasaje claro sobre el castigo de quienes se pierden. No es un fuego que arde por la eternidad. Dice que serán “ceniza” bajo las plantas de los justos. Sin duda una figura de lenguaje.
¡Qué hermoso el pasaje que habla de los justos!
“Mas a vosotros los que teméis mi nombre, nacerá el Sol de justicia, y en sus alas traerá salvación; y saldréis, y saltaréis como becerros de la manada.” 4:2
Termina el libro con la hermosa promesa de que antes del día terrible de Jehová, enviará a Elías otra vez con una misión especial, la de reconciliar a los hijos con sus padres.
Jesús le llamó “Elías” a Juan el Bautista, en Malaquías 4 representa a la obra especial que hará el Espíritu Santo en nuestros días. Parte de su obra es trabajar en el corazón de los hijos y traerlos a la reconciliación. ¿No es esta una promesa maravillosa? ¿Quieres darle gracias a Dios por ella?
Comienza ahora un periodo de aproximadamente 400 años de silencio en las Escrituras. Nos vemos en el relato de los evangelios.
Que Dios te conceda un día muy bendecido juntos tus amados.