


Lunes, agosto 4 – Hebreos 13, 2 Timoteo 1
1. ¿Cómo dice Pablo que es el matrimonio y el lecho sin mancilla? Hebreos 13:8
2. ¿Dónde, dice Pablo, que tuvo que padecer Cristo? Hebreos 13:12
3. ¿Cuáles sacrificios ofrecemos hoy a Dios? Hebreos 13:14
Creo que es un momento oportuno para reflexionar sobre el impacto del ministerio del apóstol Pablo. Podemos apreciar el cumplimiento de las palabras de Jesús a Ananías en Hechos 9:15.
Es difícil imaginar la iglesia y sus doctrinas sin el ministerio del apóstol Pablo. Por medio suyo Dios nos dio 14 libros del Nuevo Testamento, nos reveló el cumplimiento de las profecías y de las ceremonias y símbolos del santuario en Jesús, la iglesia rompió el cascaron judío internacionalizando el evangelio, lideró el empuje de la predicación hacia occidente, alcanzando probablemente hasta España. Se estima que viajó unas 10 mil millas, algo extraordinario para ese tiempo.
No era de apariencia impresionante, padeció de una enfermedad limitante toda su vida, fue azotado y encarcelado múltiples veces, trabajó bajo peligro de persecución, finalmente fue decapitado, pero Dios lo usó poderosamente. Si Pablo no hubiera aceptado el llamado, seguramente Dios habría escogido otro instrumento, pero Él sabía a quién estaba escogiendo cuando llamó al Apóstol de los Gentiles. Damos gracias a Dios por el ministerio de gran impacto de este siervo suyo.
Hebreos 13 es la despedida con consejos pastorales, típicos de las cartas del apóstol:
Primero, el amor fraternal debe permanecer y mostrarse, no sólo a los hermanos, si no a los de afuera, por ejemplo, a los extraños. La hospitalidad era característica de los tiempos bíblicos. Algunos sin saberlo hospedaron ángeles.
Segundo, nos pide recordar a los presos. A los presos y maltratados a los que se refiere son quienes estaban presos y eran maltratados en el momento a causa de su fe. Esta carta se escribe a una iglesia en persecución; pero la exhortación se aplica a todos los presos, porque la cárcel es un lugar que también debe ser alcanzado por el evangelio. Cuando visitamos a un preso visitamos a Jesús (Mateo 25).
Tercero, las relaciones íntimas son honrosas en el matrimonio Dios juzgará a los fornicarios y adúlteros. (13:4)
Cuarto, el cristiano debe cuidarse de la avaricia, que es idolatría. Estar contentos con lo que tenemos es un don que debemos cultivar. Dios cuida y provee a sus hijos. (13:6)
Sexto, honremos, escuchemos y facilitemos el trabajo de los pastores. El pastor tiene suficiente lucha contra el enemigo, no seamos causa de tristeza y preocupación para el el siervo de Dios. (13:7, 17)
Séptimo, “Jesucristo es el mismo ayer, hoy y por los siglos. No os dejéis llevar de doctrinas diversas y extrañas. Es mejor afirmar el corazón con la gracia, no con alimentos que nunca aprovecharon a los que se han ocupado de ellos.” (13:8, 9)
Esta exhortación es siempre oportuna porque el padre de mentira siempre está ideando engaños. No nos dejemos llevar de doctrinas diversas y extrañas por atractivas que parezcan. Con tristeza y curiosidad escucho de hermanos que están guardando las fiestas judías, otros que ya no creen que el Espíritu Santo es una persona, otros que han llegado a creer ¡que la tierra es plana! El enemigo no descansa, mucho cuidado.
“El poder estabilizador de la gracia de Cristo es la mejor protección del cristiano contra las falsas enseñanzas.” CBA, Hebreos 13:9
Octavo, el Cordero de Dios murió fuera de las puertas de Jerusalén como señal del desprecio, murió como malhechor, entre malhechores. “Salgamos, pues, a él, fuera del campamento, llevando su oprobio, porque no tenemos aquí ciudad permanente, sino que buscamos la por venir.” (13:13,14)
Este es un llamado claro a que los judíos no temieran salir de su religión, de la cual eran echados, para seguir a Jesús. Nosotros hoy, aunque lo hiciéramos por tener celebraciones bíblicas, ¿cómo podemos regresar a observar esas fiestas y ceremonias judías? Salgamos con Jesús fuera del campamento llevando el oprobio.
La segunda carta a su discípulo, Timoteo, la escribe el apóstol Pablo desde Roma, en su segunda prisión ahora en la prisión Mamertina, estando cerca de su ejecución. Tenía frío y se sentía solo. Extrañaba a sus amigos, necesitaba ropa abrigada y sus libros (4:9,13,21). Se sintió triste porque Demas, que había estado con él en su primer encarcelamiento, lo abandonó (4:10; Colosenses 4:14). Sólo Lucas pudo quedarse con él. Este era un tiempo muy difícil para los cristianos. Cuando el viejo apóstol fue tomado prisionero, algunos hermanos lo abandonaron. La fe se prueba en el fuego de la aflicción. Otros hermanos lo apoyaron. (1:15,16)
Es mi oración que meditemos en el significado del mensaje de estos capítulos a una iglesia y un joven ministro en tiempos difíciles. Que, de acuerdo con sus palabras, hoy seas afirmado en la gracia.
Dios te concede un día muy bendecido junto a tus amados.