


Martes, diciembre 3 – Isaias 22, 23
1. ¿Qué preparativos no hizo Jerusalén para la invasión de los asirios? Isaías 22:11
2. ¿Qué filosofía adoptaron los habitantes de Jerusalén? Isaías 22:13
3. ¿A quién representa proféticamente Eliaquim? Isaías 22:22
Comentario y reflexión:
Isaías 22 es parte de la porción del libro que contiene profecías para las naciones. En esta sección se anuncian los juicios de Dios para las naciones. Los hombres creen que están en control, pero Jehová rebela a través del profeta que su autoridad está por encima de las naciones y que todos tendrán que dar cuenta ante Él y enfrentar sus juicios.
El capítulo 22 está dedicado a Judá y Jerusalén. “El valle de la visión” es Jerusalén como centro espiritual de la nación y en donde se desarrolló el ministerio profético de Isaías y de muchos profetas.
El profeta denuncia y lamenta la desconexión entre el ambiente del pueblo y la realidad a su alrededor. En Jerusalén había fiesta y alegría, mientras el ejercito asirio estaba cerca atacando y haciendo estragos en el territorio mismo de Juda. Era como si los habitantes de la ciudad estuvieran ciegos o escogieran no ver.
El mismo día de fiesta y alboroto Isaías se apartó para llorar amargamente (v. 4). No quería ser consolado por la destrucción que vendría sobre “la hija de mi pueblo”. “Porque es día de alboroto, de angustia y confusión, de parte del Señor, Jehová de los ejércitos, en el valle de la visión, para derribar el muro y clamar al monte.” (Isaías 22:5)
Elam y Kir, que se mencionan en el versículo 6 son parte de las naciones que hacen coalición son Asiria para atacar a Juda.
Jerusalén hizo provisión para la invasión, pero no hizo la preparación más importante como pueblo de Dios, buscar a Jehová. Dice el profeta, “pero no tuvisteis respeto al que lo hizo, ni mirasteis al que desde antiguo lo había planeado.” (v. 11). Dice el Comentario Bíblico Adventista: “Muchos de los habitantes de Jerusalén ya no buscaban la protección de Dios, sino que dependían de sus propios recursos e invenciones. Olvidaron que Jehová era el verdadero fundador y artífice de la ciudad, y que sólo él podría proporcionar la ayuda necesaria en tiempo de angustia.” CBA, Isaías 22:11
Cómo puede haber una desconexión tal entre Dios y su pueblo es algo digno de reflexión. Cómo podemos estar ajenos a su tiempo, a su estado de ánimo, a su perspectiva del mundo y fuera de su plan de acción. ¿Cómo es que podemos estar de fiesta en día de luto? Esta fue la condición que Jesús profetizó para nuestro tiempo, cuando la gente andaría como si nada estuviera sucediendo, así como en los días de Noe, hasta que entró en el arca “y no entendieron hasta que vino el diluvio y se los llevó a todos, así será también la venida del Hijo del hombre.” (Mateo 24:39).
De acuerdo con Isaías la desconexión ocurre cuando estamos absortos por la vida material y de hecho asumimos la filosofía mundana, “¡Comamos y bebamos, porque mañana moriremos!” (v. 13). Otro aspecto de la desconexión es que su Palabra deja de ser importante, queda relegada a un plano secundario y escogemos ignorar al profeta y sus mensajes.
Isaías tenía un mensaje directo para Sebna, funcionario de Ezequías. De acuerdo con su estatus había hecho planes para un sepulcro honroso, parte de la filosofía “mañana moriremos.” El mensaje a Seba fue, “no usarás el sepulcro porque morirás en cautiverio.” Su sustituto, Eliaquim, fue escogido por Dios como su siervo y en el poema profético sirve como vehículo para referirse al Mesías. “Y pondré la llave de la casa de David sobre su hombro: él abrirá y nadie cerrará, cerrará y nadie abrirá.” (v. 22)
Isaías 23 es una profecía contra Tiro y Sidón, tierra de Fenicia al norte de Juda. Estas eran ciudades prósperas dedicadas al comercio marítimo. Tarsis era una colonia fenicia en España. Jehová decretó que Tiro y Sidón serian conquistados tambien por Asiria, “para envilecer la soberbia de todo esplendor y para humillar a todos los ilustres de la tierra” (23:9).
Sobre los 70 años de olvido de Tiro dice el Comentario Bíblico Adventista, “Es difícil darle una aplicación literal a esta profecía, pues la historia de Tiro no es bien conocida. Algunos creen que este período corresponde aproximadamente con los 70 años de cautiverio de los Judíos en Babilonia.” CBA, Isaías 23:15
Dios te conceda estar conectado con su Palabra, su voluntad y su tiempo.