


Jueves, diciembre 5 – Isaías 26, 27
1. ¿Quién ha de ser guardado en completa paz y por qué? Isaías 26:3
2. ¿Qué quiere decir la expresión “madrugaré a buscarte”? Isaías 26:9
3. ¿De qué esperanza habla Isaías 26:19?
4. ¿Qué invitación hace Dios a su pueblo en tiempos difíciles? Isaías 26:20
5. ¿Cómo describe Isaías la congregación final de los hijos de Dios? Isaías 27:13
Comentario y reflexión:
En el capítulo 26, el profeta Isaías nos revela una nueva faceta de su amplio ministerio; es también poeta y músico. Aquí nos regala un precioso cántico; un salmo de su autoría, por inspiración del Espíritu Santo. Es una canción de esperanza para los habitantes de Jerusalén, amenazados por el ataque inminente de sus enemigos caldeos.
El Comentario Bíblico Adventista añade: “Este capítulo es un cántico de esperanza y confianza, una expresión de lo que sentirá el pueblo de Dios cuando las dificultades inunden la tierra y Cristo esté a punto de volver para reinar”. CBA, Isaías 26:1
El cántico de Isaías que hoy estudiamos resume a todos los fieles.
“En aquel día cantarán este cántico en tierra de Judá: Fuerte ciudad tenemos; salvación puso Dios por muros y antemuro. Abrid las puertas, y entrará la gente justa, guardadora de verdades”. (Isaías 26:1, 2).
Nótese que Isaías no dice que esta gente justa guarda “la verdad”, sino “las verdades”, en plural, es decir, que los salvados serán fieles a la plenitud de la verdad.
En resumen, los que han de entrar por las puertas de la Nueva Jerusalén serán aquellos que:
- Creen en un solo Dios Triuno: el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.
- Aceptan la Biblia como un todo, inspirada por Dios como su voluntad.
- Creen que todos los mandamientos de la Ley de Dios están en vigencia, incluyendo el cuarto mandamiento que indica que el sábado es el verdadero día de reposo, y decidirán obedecerlos con la ayuda del Señor.
- Se unirán a la verdadera iglesia, portadora de las verdades del Evangelio. Serán instrumentos de Dios para proclamar a Cristo como único Salvador por su gracia.
- Aceptarán que al morir dormirán un sueño de inconsciencia hasta que, a la venida de Cristo, serán despertados y, juntos con todos los redimidos, al mismo tiempo, entrarán a la Nueva Jerusalén que está en el Cielo.
Sobre la tierna invitación que hace Dios a su pueblo en Isaías 26:20 y su cuidado protector, dice el Comentario Bíblico Adventista:
“La indignación de Dios contra sus enemigos. La ‘indignación’ final de Dios se sintetiza en las siete plagas postreras (Apoc. 14: 10; 15: 1; cf. Isa. 34: 2; Nah. 1: 6). El pueblo de Dios tuvo que permanecer dentro de sus casas mientras eran muertos los primogénitos de Egipto (Exo. 12: 22- 23). Dios invita a su pueblo a que se esconda en él durante las siete últimas plagas, para que él pueda serle “amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones” (Sal. 46: 1). Protegido de esta manera, su pueblo no necesita temer, “aunque la tierra sea removida, y se traspasen los montes al corazón del mar” (Sal. 46: 2; cf. Sal. 25: 5; 91: 1-10). La indignación divina no dura sino “un momento” (Isa. 54: 8; cf. Sal. 30: 5). Para el Señor la obra del juicio es una “extraña obra” (Isa. 28: 21). Pero la hora de la indignación divina contra los impíos es también la hora de la liberación y el triunfo del pueblo de Dios. En solo 13 versículos en Isaías 27 del autor presenta el cuidado de Dios sobre su viña, Israel; su castigo redentor y su perdón para la nación rebelde. También habla brevemente como el Señor recogerá a su pueblo esparcido. Muchos comentadores bíblicos, entre ellos Elena G. de White, incluyen a los gentiles que serán recogidos y aceptados por Dios como parte de su pueblo. Jesús en sus enseñanzas usa lo que aquí muestra Isaías como prueba del día final de juicio cuando los fieles serán salvados mientras que los desobedientes e ingratos serán quemados como el rastrojo o la cizaña.” CBA, Isaías 26:20
Estoy seguro de que este corto capítulo ha iluminado tu mente con el amor y la misericordia de Dios.
Que tengas un día muy bendecido.