Preguntas de estudio:

1. ¿Cuál es la circuncisión que realmente interesa a Jehová? Jeremías 4:4
2. ¿Qué estaba buscando Jehová en Jerusalén? Jeremías 5:1

Comentario y reflexión:

En Jeremías 4 Jehová llama a su pueblo a un verdadero arrepentimiento. Hay tres amonestaciones especificas:

1. “Si quitas de delante de mí tus abominaciones
y no andas de acá para allá” (ver 1).

Claramente se refiere a los dioses paganos que tenían y adoraban. El culto a estos dioses era inmoral, eran abominaciones.

2. “y si con verdad y conforme al derecho y la justicia juras:
‘Vive Jehová’”, (ver 2).

3. “Circuncidaos para Jehová,
quitad el prepucio de vuestro corazón,
hombres de Judá y moradores de Jerusalén,
no sea que mi ira salga como fuego,
que se encienda y no haya quien la apague
a causa de la maldad de vuestras obras.” (ver 4).

Está llamando a su pueblo a una religión de corazón y no meramente formal. La circuncisión era una señal física, pero más importante que la circuncisión física es la circuncisión del corazón. La circuncisión del cuerpo sólo tiene sentido y valor cuando la mente se entrega a Dios. Si el corazón no es circuncidado sufriremos los juicios de Dios así como los impíos.

No es el tiempo de vivir y actuar como si nada estuviera pasando, hace falta tocar la trompeta en el pueblo de Dios, llamar la atención, humillarse ante Dios. Porque el invasor viene del norte. Viene como un león a devorar y destruir. Se refiere a Babilonia, que viene como un viento impetuoso sobre Juda.

Jeremías sufre profundamente en sus entrañas cuando ve esta visión. Está cansado de la guerra y la destrucción. Reitera la razón de la guerra y el cautiverio: “Porque mi pueblo es necio, no me conocieron; son hijos ignorantes y faltos de entendimiento; son sabios para hacer el mal, pero no saben hacer el bien.” (ver 22)

Jeremías 4:23-27 se aplica en primer lugar a los juicios sobre Judá, pero también el profeta nos ofrece una vislumbre de la tierra durante el milenario, después de la segunda venida de Jesús: “Miré a la tierra, y vi que estaba desordenada y vacía; y a los cielos, y no había luz en ellos. Miré a los montes, y vi que temblaban, y todos los collados fueron destruidos. Miré, y no había hombre, y todas las aves del cielo se habían ido.” (vers 23-25)

En Jeremías 5 dice que la corrupción del pueblo es total. Ni siquiera hay uno que practique la justicia y que busque la verdad. “Recorred las calles de Jerusalén”.

“Se da esta orden para destacar el aumento de la corrupción mora que prevalecía en Jerusalén. Este desafío nos recuerda el antiguo relato de Diógenes, el filósofo griego y fundador de la escuela filosófica de los cínicos, quien andaba de día en las calles de Atenas llevando en la mano una lámpara encendida, a cuya luz pretendía buscar un hombre honrado. La orden de “recorrer”, “mirar”, “informarse” y “buscar” llama la atención, en forma inconfundible, a la gran escasez de personas rectas.” CBA, Jeremías 5:1

También busca entre los “grandes”, pero ellos, como los demás, quebrantaron el pacto.

Jehová no tiene otra opción que juzgar a su pueblo, porque la corrupción es general, en el pueblo y en dirigentes: “Cosa espantosa y fea es hecha en el país: los profetas profetizan mentira y los sacerdotes dominan por manos de ellos. ¡Y mi pueblo así lo quiere! ¿Qué, pues, haréis cuando llegue el fin?” Jeremías 5:30,31

“La impiedad conjunta de los dirigentes y del pueblo hizo que ‘el fin’ fuera inevitable. Se exhorta aquí a la nación a considerar esta solemne realidad. Mientras que los falsos profetas se preocupaban sólo del presente y de su prosperidad inmediata, Jeremías se preocupaba por la suerte final de la nación.” CBA, Jeremías 5:31

Miremos más allá de los asuntos cotidianos, más allá de lo que es la realidad en el mundo que no cree que Jehová actuará. Consideremos lo que Él ha anunciado a través de los profetas. Aunque el mundo no lo crea y no lo espere, Él actuará.

Dios te bendiga en este día.