


Viernes, enero 24 – Jeremías 22, 23
1. ¿Qué amonestación dio Jehová al rey de Judá y a su corte? Jeremías 22:3
2. ¿Cómo describe el mensaje al rebelde Conías? Jeremías 22:30
3. ¿Quién es el “renuevo justo” de David y cuál será su nombre? Jeremías 23:5, 6
Comentario y reflexión:
Jeremías 22 y 23 forma parte del segundo libro que contiene mensajes proféticos de castigo contra cuatro reyes impíos de Judá, y sus falsos profetas. Los 4 reyes fueron: Joacim, Sedequías, Salum, conocido también como Joacaz, hijo de Josías, y Conías conocido como Joaquím.
Jeremías presentará al Mesías verdadero como un contraste de estos reyes malvados. Cuando la voz de Dios llega con reprensión contra la maldad y la apostasía de sus gobernantes, ellos la emprendían contra sus mensajeros, en este caso el profeta Jeremías. La lección objetiva para nosotros es que no seamos sordos ni obstinados cuando la Palabra de Dios nos exhorta o reprende por algún comportamiento o actitud contrarios a la voluntad de Dios.
Como hemos visto en los capítulos anteriores, los instrumentos de castigo y disciplina para Judá fueron Nabucodonosor y el imperio babilónico.
En Jeremías 22 el Señor envió a Jeremías con un mensaje directo al rey de Judá sobre lo que vendría. Sin embargo, esta profecía era condicional. Otra vez vemos al Dios de las segundas oportunidades.
No se puede alcanzar a entender la dureza de corazón de estos reyes que, a pesar de las advertencias tan claras dadas por los profetas, ellos de manera contumaz, continuaban cometiendo crímenes contra su pueblo. En cuanto a Joacaz el Señor lo contrastó con su justo padre Josías denunciando los siguientes males: edificaban sus casas sobre la injusticia y la inequidad, se servían del prójimo de balde, no pagaban un salario justo a los trabajadores, edificaban casas suntuosas,
Contrario a su hijo Josías quien “actuaba con justicia y rectitud, por eso le fue bien. Él defendía los derechos de pobres y oprimidos. Eso es lo que se llama conocerme. Yo el Jehová lo afirmo”.
La denuncia contra el rey no podía ser más cortante: “Pero tú solo te preocupas por las ganancias mal habidas; haces morir al inocente, y oprimes y explotas a tu pueblo”. (v.17) ¡Cuán penoso es tener que leer la sentencia dada a Joaquim, hijo de Josías! (v.19)
En los versos del 20-23 encontramos un mensaje acerca de Jerusalén. Notamos en las palabras del Señor un dejo de nostalgia por su pueblo debido a las consecuencias que tendrán que arrostrar.
El siguiente mensaje va dirigido al rey Jeconías, hijo de Joaquim. El Señor habla como si fuera un hombre a otro hombre: “Te entregaré a Nabucodonosor”.
Jeremías 23 contiene cinco mensajes cuyo objetivo principal es la de denunciar la desidia y falta de compromiso de los pastores y profetas del rebaño del Señor. En los primeros siete versículos encontramos un mensaje de esperanza para el futuro, en medio de la denuncia. Las palabras del Señor no dejan lugar a la duda en cuanto a la triste condición de los líderes religiosos, que debieron ser líderes espirituales del pueblo: “¡Ay de los pastores que dejan que mis ovejas se pierdan y dispersen!”
A renglón seguido el Señor afirma que hay un futuro glorioso para el remanente de Dios disperso entre las naciones a donde Él los hizo ir. “yo mismo traeré el resto de mis ovejas, las reuniré y las haré volver a sus pastos, para que tengan muchas crías. Les pondré pastores que las cuiden”. “Yo el Señor lo afirmo”.
La más maravillosa promesa de Dios a su pueblo es que vendrá El Rey justo y sabio para salvar a su pueblo. Su nombre no podría ser más descriptivo de la obra del Mesías: “Este es el nombre con que lo llamarán: “Jehová justicia nuestra” (v.6). Esta promesa se cumplió en la persona de nuestro Salvador Cristo Jesús. Damos gracias a Dios porque Cristo es nuestra justicia y salvación.
Los siguientes versos 9-17 ofrecen una descripción de los falsos profetas y Jeremías sentencia que morirán en la miseria y la vergüenza. El profeta se describe como de corazón quebrantado; todos sus huesos tiemblan; está como un borracho bajo el efecto del alcohol por las palabras de Jehová contra los profetas malvados.
¿Será que estamos ofreciendo, viendo y escuchando mensajes muy impresionantes, pero que el Señor no ha enviado?
Los versos del 33-40 constituyen una advertencia para los profetas y el pueblo para que sepan discernir entre un falso mensaje profético y uno que viene del Señor.
Estos mensajes de Dios a través de Jeremías son extemporáneos, o sea, pertinentes para toda época. Quiera Dios esa consolación y esperanza nos acompañen a lo largo de este día.