


Miercoles, febrero 26 – Ezequiel 22, 23
1. ¿Cuáles son algunos de los pecados de Judá mencionados en Ezequiel 22?
2. ¿Cuántos encontró Dios que resistieron el mal y que intercedieron por la ciudad? Ezequiel 22:30
3. ¿Cuáles son los nombres de las dos hermanas infieles de Ezequiel 23? Ezequiel 23:4
El fin de Jerusalén se acercaba y Dios le dijo otra vez a Ezequiel que hiciera un recuento de los pecados de la ciudad y mostrara los juicios que estos traerían.
1. Los poderosos explotaban al padre y a la madre, al extranjero, a los huérfanos y a las viudas pobres.
2. Profanaron el santuario y el reposo del sábado.
3. Había calumnias.
4. “Comieron en los montes” se refiere a las fiestas que hacían en los altares a los ídolos, que estaban en los montes, en donde se practicaba todo tipo de depravación, que enseguida menciona.
5. Todo tipo de incesto y de adulterio, que no vale la pena enumerar, pero que Dios menciona para que quede registrado.
6. Había usureros, estafas y sicarios.
Finalmente deja ir un lamento, “¡Te olvidaste de mí!, dice Jehová, el Señor.”
Los lideres participan activamente en el pecado de la ciudad: los profetas conspiran y participan en la mentira y en la violencia. Profetizan falsamente. Los sacerdotes violan la ley: contaminan el santuario, no hacen distinción entre lo santo y lo profano, entre los limpio y lo inmundo. No tienen respeto de los días sagrados. Los jefes participan en crímenes y en corrupción. El pueblo de la tierra oprime y roba; al afligido y necesitado hace violencia y al extranjero oprime contra derecho. 22:29
No hubo uno solo que hiciera lo correcto: “Busqué entre ellos un hombre que levantara una muralla y que se pusiera en la brecha delante de mí, a favor de la tierra, para que yo no la destruyera; pero no lo hallé.” 22:30
Ponerse en la “brecha delante de Dios” significa interceder. Dios estima y escucha la oración intercesora la cual es muy valiosa a sus ojos. La intercesión en oración por las almas, por la iglesia y por la nación es un ministerio necesario y poderoso.
“En el cap. 23 se presenta una extensa alegoría, cuyo principal propósito es el de mostrar la pecaminosidad de Judá. Esta alegoría tiene algún parecido con la del cap. 16, aunque también tiene ciertas diferencias. Su tema central es el de las alianzas políticas con naciones extranjeras.” CBA, Ezequiel 23:1
“Y se llamaron: Samaria, Ahola; y Jerusalén, Aholiba.” 23:4. “Ahola” es el reino del norte, o Samaria. “Aholiba” es el reino de Juda, o Jerusalén. Ahola fue infiel a Dios haciendo alianzas con los asirios. “Se prostituyó con ellos, con todos los más escogidos de los hijos de los asirios y con todos aquellos de quienes se enamoró; se contaminó con todos los ídolos de ellos.” 23:7
Se le llama “fornicación” o “prostitución” a la impureza espiritual, cuando el pueblo de Dios le deja por el mundo. Ahola no solo fue infiel con los asirios si no con muchos otros. Aholiba no aprendió de la experiencia de su hermana. Fornicó con Asiria adoptando la adoración de sus ídolos.
¿Cuál sería el equivalente hoy de “enamorarse de los asirios” para ser infieles a Dios? ¿Será cuando nos “enamoramos” de los artistas, políticos y celebridades para imitarlos desobedeciendo a Dios? ¿Será cuando adoptamos las costumbres del mundo en relación con el entretenimiento y el alcohol en contra de la voluntad de Dios? ¿Cuál piensas que sería el equivalente hoy de “enamorarse” de otro u otros para dejar a Jehová?
Dice que, después de haberse enamorado, Jerusalén “se hastió de ellos”. Así pasa cuando una relación es pecaminosa y no fundada en verdadero amor. Pasado el momento de locura viene la realidad y la compresión de lo sucedido. Entonces hay hastío por lo que antes parecía atractivo.
Podemos ver en el resto del capítulo la severidad de las consecuencias de su pecado.
Nos permita Jehová por su gracia permanecer fieles. Que no nos “enamoremos” de los ídolos del mundo ni de sus prácticas siendo infieles a Jehová. Estas cosas se escribieron para nuestra enseñanza.
Que seas muy bendecido en este día.