


Sábado, julio 26 – Tito 3, 1 Pedro
1. ¿Cómo debe comportarse el creyente ante las autoridades y en su trato con los demás? Tito 3:1-2
2. ¿De qué manera ha sido el creyente salvado y regenerado? Tito 3:4-6
3. ¿Cuál es la esperanza viva que tenemos como creyentes y sobre qué se fundamenta? 1 Pedro 1:3-4
En Tito 3:5 Pablo dice, “Nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo.” Este versículo destaca que la justificación ante Dios es totalmente por gracia, sin mérito humano. Sin embargo, el contexto más amplio (Tito 3:8) subraya que esta misma gracia debe expresarse en buenas obras como fruto de una vida transformada por el Espíritu.
Ambos capítulos en la asignación de lectura de hoy se relacionan con la doctrina de la salvación por gracia y la santificación. Tito 3 habla de la transformación mediante el Espíritu Santo. 1 Pedro 1 habla de la esperanza viva basada en la resurrección de Cristo y hace un llamado a la santidad. 1 Pedro 1:16 dice, “Sed santos, porque yo soy santo.” Esta doble dimensión de la gracia, que salva y santifica, es central en toda la Escritura.
Tito 3:3 dice, “Porque nosotros también éramos en otro tiempo insensatos, rebeldes, extraviados… viviendo en malicia y envidia…” Nos impulsa a practicar compasión con quienes aún no conocen la verdad.
1 Pedro 1:6-7, “…aunque ahora por un poco de tiempo… tengáis que ser afligidos… para que vuestra fe sea hallada en alabanza…” nos anima a mantener una esperanza activa en medio de las pruebas.
1 Pedro 1:18-19 dice, “…fuisteis rescatados… no con cosas corruptibles, sino con la sangre preciosa de Cristo…” Esta herencia inmutable nos sostiene en todo momento.
Que en este día el Dios de toda gracia renueve en ti la esperanza viva por medio de Jesucristo, y que el Espíritu Santo te capacite para vivir en santidad, paz y amor, reflejando la bondad de nuestro Salvador en cada palabra y acción. Amén.