


Domingo, mayo 18 – Mateo 23, Marcos 12
1. ¿A quiénes fueron dirigidas primariamente las palabras de Jesús en Mateo 23?
2. ¿Pueden ser los reclamos de Jesús aplicados hoy en día?
3. ¿Cuál es la tendencia más sobresaliente que encontramos en Marcos 12?
Hace unos 30 años, faltando tan sólo días para iniciar mi carrera ministerial, un profesor nos reunió para darnos algunas instrucciones finales antes de salir del campus de nuestra Universidad Adventista en Costa Rica. Entre varios temas de consejería, recuerdo claramente sus palabras “nunca sean hallados sirviendo a Dios, pero sin Dios”. Los años no han sido suficientes para olvidar semejante consejo.
Mateo 23 primariamente fue dirigido a los escribas y fariseos. Es muy sabido que este fue un grupo de especialistas del Antiguo Testamento. Ellos interpretaban la Escritura, la preservaban, la reproducían y su nivel de celo por la rectitud y el cumplimiento de la letra era abundante. No obstante, las palabras de Jesús describen dos grupos que no podían estar más alejados de lo espiritual. Parece que “servían a Dios, pero sin tener a Dios”.
Antes de cerrarles la gracia, Jesús calificó a esos expertos de la ley como personas que no vivían conforme a lo que enseñaban y que nadie debía imitarlos. Se refirió de ellos como líderes que ponían cargas pesadas sobre los demás, que ellos no estaban dispuestos a llevar. Les llamó guías ciegos, llenos de robo e injusticia y que por dentro estaban llenos de huesos muertos y de toda inmundicia.
Hagamos una pausa. ¿Entiendes lo que lees? Jesús se estaba refiriendo a líderes de la Iglesia hebrea, no a un grupo de no creyentes! Es decir, estos especialistas en religión estaban tan, pero tan mal, que se habían olvidado completamente de Dios, pero seguían dirigiendo la iglesia.
Dejemos a los escribas y fariseos de lado y pensemos en nosotros. ¿Eres líder de iglesia? Quizás alguno pueda afirmar que la comisión de nombramientos no le nombró y por lo tanto no es líder. En realidad, si aceptaste a Jesús, el sacerdocio de todos los creyentes aplica a ti, eres un sacerdote y ministro de este evangelio, por lo tanto, ¡eres un líder de iglesia! Entonces, vale la pena reflexionar si estamos “sirviendo a Dios teniendo a Dios”. Qué fácil es decir a los demás lo que tienen que hacer, pero qué difícil es aceptar cuando erramos y tenemos que corregir algo en nuestras propias vidas.
Mateo 23 no fue dirigido primariamente a la generación actual, pero puede ser muy aplicado a esta época, porque cualquiera podría caer en el error de aquellos líderes religiosos de la antigüedad.
Por otro lado, Marcos 12 es un capítulo que presenta cinco narraciones, pero todas parecen converger en un solo tema. El capítulo presenta la parábola de los trabajadores malvados, la pregunta de los fariseos y herodianos sobre el tributo a César, la pregunta de los Saduceos sobre la resurrección, la pregunta de un escriba sobre el primer mandamiento y finalmente el testimonio de Jesús sobre las dos monedas entregadas en el templo por una fiel adoradora.
Los primeros cuatro temas describen ataques directos al ministerio de Jesús. Es bueno notar que las relaciones entre estos grupos judíos no era la mejor, pero cuando se unían para planear contra Jesús, lograban ponerse de acuerdo.
Volviendo al comentario sobre Mateo 23, parece que en Marcos 12 también encontramos líderes y grandes estudiosos del Antiguo Testamento que se dedicaron tanto a las letras, que olvidaron al centro de esas letras. Fueron personas que “sirvieron a Dios, sin tener a Dios”.
Dios nos ayude para que nunca nos ocurra lo mismo y que Él siempre habite en nosotros.
Que tengas un día muy bendecido.