


Sábado, septiembre 28 – 1 Reyes 5, 6 – Profetas y Reyes, capítulo 2, “El templo y su dedicación”
1. ¿Qué negocio hizo Salomón con Hiram, rey de Tiro? 1 Reyes 5:8, 9
2. ¿A cuántos años del éxodo comenzó Salomón a edificar el Templo? 1 Reyes 6:1
Salomón fue bendecido con paz alrededor y con riquezas. Hiram, el rey de Tiro, había sido aliado de David. Ahora Salomón le envía mensajeros pidiéndole ayuda para conseguir los materiales para la construcción del templo. Hiram estuvo contento de ayudar.
La paz y el comercio ayudan al progreso de las naciones. El comercio se basa en el intercambio que beneficia mutuamente, Hiram tenia los famosos cedros del Líbano, Salomón tenía trigo y aceite en abundancia. Hiram también tenía la mano de obra especializada. Ambos se beneficiaron en este intercambio comercial.
Hiram alaba la sabiduría de Salomón. Es de sabios aprovechar los talentos como Dios los da porque somos bendecidos a través de su uso. Salomón no sintió vergüenza o celo nacionalista en reconocer el talento en dónde estaba.
Sobre Gebal, de donde eran los hombres expertos en la madera y en piedra. Dice el Comentario Bíblico Adventista, “ciudad costera de Fenicia. Parece que eran hábiles artesanos (sus habitantes) para trabajar en piedra. Fueron empleados por Salomón de la misma forma en que empleó a otros expertos para la realización de tareas que requerían obreros especializados.” CBA, 1 Reyes 5:18
Salomón no trató de usar la fuerza o la coerción para conseguir los recursos. Usó la diplomacia y la negociación comercial.
Se le dio al proyecto del templo importancia de estado, prioridad nacional. Dice el Comentario Bíblico de Andrews,
“La narración de 5:13-18 describe la fuerza laboral (4:6). Salomón reclutó a 30.000 israelitas y los organizó en tres turnos que duraban un mes cada uno, de manera que en cualquier momento había 10.000 de ellos en el Líbano y 20.000 trabajando en el sitio del templo en Jerusalén. De los extranjeros residentes reclutó 70.000 para transportar los materiales de construcción y 80,000 a para cortar en bruto los bloques de las canteras, y nombró 3.300 supervisores para supervisarlos. Los trabajadores calificados de Salomón e Hiram dieron un alto grado de terminación en la cantera a todos los bloques de piedra, incluyendo las piedras de los cimientos (v. 17; cf. 6:7) por (v. 18).” CB de Andrews, 1 Reyes 5
Salomón no perdió tiempo en llevar a cabo el encargo de su padre y la misión que Dios le encomendó. En el 4to año de su reinado comenzó la construcción del templo. Pudo haberse dedicado a otras cosas. Su padre ya no estaba, pudo haber elegido ignorar lo que Dios había dicho para dedicarse a sus propios proyectos. Después de todo, era un rey joven recién inaugurado. Habría tenido muchas excusas y oportunidades para hacer lo que quisiera; pero no fue así. Dedicó siete años de paz en su reino a establecer la Casa de Dios, que había estado ambulante por cientos de años, en un lugar permanente. La razón que menciona los años desde el Éxodo es para hacer notar la importancia histórica del momento. Sobre su motivación y la del pueblo dice el Comentario Bíblico Adventista,
“La decisión de Salomón de edificar el templo no fue arbitraria e inconsulta, ni debida exclusivamente al deseo y a la voluntad de su padre David. No le movía una ambición personal, ni amor a la gloria, ni la ostentación, sino un afán de realizar el propósito del cielo. Era evidente que había llegado la hora para que se construyera la casa del Señor, y Salomón se entregó de todo corazón a la tarea. Era un período de quietud y paz, tanto dentro de la nación de Israel como entre las naciones circunvecinas. También había prosperidad, lo que permitió a Salomón conseguir los materiales necesarios. El pueblo pudo construir y estuvo dispuesto a hacerlo.” CBA, 1 Reyes 6:1
“Así, pues, Salomón construyó la Casa y la terminó.” 1 Reyes 6:14
Nos permita Dios tener una comprensión clara de su llamado y propósito para nuestra vida. Pidamos determinación y valor para seguirlos.