


Domingo, octubre 27 – 1 Reyes 21, 22 – Lectura adicional: Profetas y Reyes, capítulo 16, “Caída de la casa de Acab”
1. Aunque Jezabel ignoraba la mayoría de las leyes de Israel, parecía estar bien familiarizada con la que trataba sobre el apedreamiento de un blasfemo por todo el pueblo (Levítico 24:15-16). ¿Qué piensas sobre su manipulación de las leyes de Dios para beneficio personal? (1 Reyes 21:10)
2. ¿Qué piensas del asesinato de Nabot? (1 Reyes 21:15) No solo Nabot, sino que también sus hijos fueron apedreados para que no tuviera heredero legítimo. (2 Reyes 9:26)
3. ¿Qué podemos aprender sobre Dios y Su carácter al leer 1 Reyes 21:29?
4. Al considerar el rechazo de Acab hacia la palabra de Dios por medio de Micaías, su disfraz y su incapacidad para evitar la muerte, ¿qué podemos aprender sobre la palabra de Jehová? (1 Reyes 22:30, 34)
Commentary and Reflection:
¿Alguna vez has escuchado la pregunta: “Si Dios es bueno, ¿por qué permite que sucedan cosas malas?” Lo que le sucedió a Nabot y a su familia fue una gran injusticia. ¿Te imaginas las preguntas que surgieron en la mente de la esposa de Nabot y de quienes presenciaron lo ocurrido?
Dios no suele intervenir de inmediato para prevenir y castigar el mal en la sociedad. Sin embargo, ¡sabemos que NO es su voluntad! Eclesiastés 3:17 dice: “Dije yo en mi corazón: Al justo y al impío juzgará Dios; porque allí hay un tiempo para todo lo que se quiere y para todo lo que se hace”. Hebreos 10:30 nos recuerda: “Pues conocemos al que dijo: Mía es la venganza, yo daré el pago, dice el Señor. Y otra vez: El Señor juzgará a su pueblo”. Miqueas 6:8 también añade: “¿Qué pide Jehová de ti? Solamente hacer justicia, y amar misericordia, y humillarte ante tu Dios”.
La sentencia de Dios sobre Acab, anunciada por Elías, refleja lo que piensa Dios respecto a lo que le sucedió a Nabot y a su familia. Aunque la injusticia no parezca tener respuesta inmediata, no continuará indefinidamente. ¡Dios ha señalado un día en el cual juzgará al mundo! (Hechos 17:31).
¡Podemos confiar plenamente en la palabra del Señor! Acab intentó esconderse; convenció a Josafat para que permaneciera con su manto real, pero una flecha “al azar”, aunque certera, hirió y mató al disfrazado rey Acabo. Por terrible que parezca esta historia, podemos ver en ella la misericordia y la justicia del Señor.
Es mi oración hoy que podamos “alabar a Jehová, porque él es bueno; porque su misericordia es eterna” (1 Crónicas 16:34). Que podamos… “Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús” (Filipenses 4:6-7). Que, Padre Celestial, sigamos confiando en Ti, dependiendo de Ti y compartiendo Tu gracia, amor y misericordia con todos los que nos rodean. Amén.