Sábado, marzo 15 – Daniel 6, 7

1. ¿Qué despertó la envidia de los sátrapas del reino persa? (Daniel 6:3)

2. ¿Cómo reaccionó Daniel al edicto que prohibía la oración? (Daniel 6:10)

3. ¿Qué representan las bestias en la profecía? (Daniel 7:17)

4. ¿Cómo describe Daniel la escena del juicio? (Daniel 7:9, 10)

El capítulo 6 comienza con la ascensión de Darío y la promoción de Daniel. Sin embargo, como en el capítulo 3, esta honra despierta la envidia de sus enemigos. Los sátrapas, en su conspiración, explotan la fidelidad de Daniel a Dios y logran que el rey firme un edicto prohibiendo la oración a cualquier dios que no sea él.

Daniel responde con firmeza, orando como siempre. No oculta su fe ni la adapta para evitar el peligro. Su oración se convierte en un testimonio de confianza en Dios. Aunque el decreto era irreversible, Daniel estaba dispuesto a enfrentar la muerte antes que dejar de orar.

El castigo era el foso de los leones, pero Dios interviene. El rey, angustiado, ayuna y corre al amanecer para ver si Daniel ha sobrevivido. Para su asombro, Daniel responde con calma: “Mi Dios envió su ángel, el cual cerró la boca de los leones” (Daniel 6:22).

Daniel no se atribuye el mérito, sino que da la gloria a Dios. El rey ordena que sus acusadores sean echados a los leones y decreta que todos teman y honren al Dios de Daniel.

La historia nos enseña que la fe debe ser inquebrantable. Daniel no tenía garantías de que Dios lo salvaría, pero confiaba en Él. Su oración constante le dio la fortaleza para enfrentar la prueba.

El capítulo 7 introduce la segunda parte del libro, donde la historia da paso a visiones proféticas. La visión de Daniel es paralela a la de la estatua en el capítulo 2, pero con más detalles.

Daniel ve cuatro bestias saliendo del mar, representando los imperios mundiales:

1. El león con alas de águila – Babilonia, poderosa y veloz, pero eventualmente debilitada.
2. El oso levantado de un lado – Medo-Persia, con un poder desigual entre los medos y los persas.
3. El leopardo con cuatro alas y cabezas – Grecia, rápido en su conquista y dividido en cuatro tras la muerte de Alejandro Magno.
4. Una bestia espantosa con diez cuernos – Roma, fuerte y destructiva, de donde surge un cuerno pequeño con gran poder.
Este cuerno pequeño representa un poder político-religioso que se opone a Dios y persigue a sus santos. Habla con arrogancia y busca cambiar los tiempos y la ley.

En contraste con las bestias, Daniel ve el trono de Dios: “Estuve mirando hasta que fueron puestos tronos, y se sentó un Anciano de días… el juicio se celebró, y los libros fueron abiertos” (Daniel 7:9,10).

El juicio no es un evento aterrador para el pueblo de Dios, sino una promesa de justicia. Mientras los reinos humanos caen, Dios establece su reino eterno.

La visión culmina con la llegada de “uno como un hijo de hombre”, que recibe dominio y gloria eterna. Este es Cristo, quien reinará sobre todas las naciones.

Lecciones para hoy:

1. La fidelidad de Daniel nos desafía a mantener nuestra fe firme ante la oposición.
2. Las profecías de Daniel nos muestran que Dios tiene el control de la historia.
3. El juicio celestial es una buena noticia: Dios hará justicia y establecerá su reino eterno.
4. Cristo, el Hijo del Hombre, es nuestra esperanza segura y el Rey del reino que nunca pasará.
El mensaje de Daniel nos invita a confiar en Dios en tiempos de prueba y a vivir con la certeza de que su reino está cerca.