


Lunes, abril 7 – Nehemías 3, 4 – Lectura adicional: Profetas y Reyes capítulo 53, “Los edificadores de la muralla”
1. ¿Cómo se organizaron para hacer el trabajo de la reconstrucción del muro? Nehemías 3
2. ¿Cómo reaccionaron los enemigos del pueblo de Dios? Nehemías 4:1-3
3. ¿Qué tramaron los enemigos cuando vieron que la obra continuaba y cómo respondió el pueblo? Nehemías 4:8, 9
4. ¿Cómo tuvieron que construir? Nehemías 4:17
Nehemías tenía una responsabilidad importante en la corte del rey Persa. Dios le colocó allí para este momento precisamente. Nehemías convenció al rey de que permitiera que la obra continuara y fue nombrado por este como gobernador de Jerusalén. Con valor, sabiduría y eficiencia dirigió la construcción y la defendió de los enemigos.
“Además de Ester, Esdras y Nehemías son los únicos libros históricos del período postexílico, y son de gran importancia para reconstruir la historia de los judíos de dicho período.” CBA, Introducción al libro de Esdras, Marco histórico
Sobre el Nehemías 3 dice el Comentario Bíblico Adventista,
“El propósito de este capítulo parece ser rendir homenaje a los que lo merecían: hacer figurar en el registro los nombres de quienes noblemente se distinguieron en esa importante ocasión, sacrificaron su comodidad frente al deber y se expusieron a la amenaza en un ataque hostil (cap. 4:18-20).” CBA, Nehemías 3:1
No sólo trabajaron constructores, sino también sacerdotes, plateros, perfumistas, funcionarios del gobierno, comerciantes y hasta mujeres jóvenes (3:1-16). Los levitas repararon la sección cerca de la casa del sumo sacerdote (17-21). A los sacerdotes y a otras personas que vivían en Jerusalén generalmente se les asignó las secciones del muro que estaban más cerca de su casa. Personas de otros lugares construyeron las demás secciones (22-32).
Este es un ejemplo hermoso y digno de imitar. Es el plan de Dios que nos unamos en el trabajo, especialmente cuando hay una necesidad o algún proyecto, puede una campaña o la escuela bíblica de verano, etc. Hay un lugar para cada uno en la obra de Dios, nadie debe estar desconectado e inactivo. Aprendemos aquí que debemos trabajar coordinados, todos siguiendo a quienes dirigen la obra, no cada uno por su lado.
Sobre la construcción del muro dice la sierva de Dios:
“Tampoco disminuyó la energía de Nehemías una vez iniciado el trabajo. Con incansable vigilancia sobreveía la construcción, dirigía a los obreros, notaba los impedimentos y atendía a las emergencias. A lo largo de toda la extensión de aquellas tres millas de muralla [cinco kilómetros], se sentía constantemente su influencia. Con palabras oportunas alentaba a los temerosos, despertaba a los rezagados y aprobaba a los diligentes. Observaba siempre los movimientos de los enemigos, que de vez en cuando se reunían a la distancia y entraban en conversación, como para maquinar perjuicios, y luego, acercándose a los obreros, intentaban distraer su atención.” PR 473
El capítulo 4 cuenta las dificultades que enfrentaron. Además de las dificultades propias del trabajo el enemigo les hizo la obra más difícil. Detrás del elemento humano estaba el maligno. Estaban en el medio del gran conflicto. El enemigo no quería que se construyeran el templo y la ciudad.
Hubo oposición de los de afuera y de los de adentro. Tuvieron que soportar burlas, amenazas y peligro. También críticas de judíos que no hacían nada.
“’Los Judíos que habitaban entre ellos,’ los que no participaban en la obra, reunieron las declaraciones de sus enemigos, y las emplearon para debilitar el valor de los que trabajaban y crear desafecto entre ellos.” PR 474
La obra avanzó con desvelos y gran esfuerzo. Fue una bendición disfrazada, porque los llevó a depender de Dios y a unirse como pueblo en el trabajo.
La iglesia también está en medio del gran conflicto y es blanco de los ataques incesantes del enemigo. Los obreros de Dios deben unirse y apoyarse unos a los otros. No deben permitir que la burla los desanime, o la crítica y amenazas, sea de afuera o de adentro. Como Nehemías y el pueblo de entonces nos toca hoy orar, velar y trabajar.
Es hermoso ver a los hermanos activos, colaborando, trabajando con ánimo en algún proyecto. Así la describe Salomón inspirado a la iglesia organizada para el trabajo,
“¿Quién es ésta, que se muestra como el alba,
hermosa como la luna,
radiante como el sol,
imponente como ejércitos en orden de batalla?” Cantares 6:10
Es mi oración que sientas en tu corazón el llamado de Dios a movilizarte, que encuentres tu lugar en el muro, que te unas a aquellos que con ánimo perseveran y trabajan.
Dios te conceda un día muy bendecido junto a tus amados.