Viernes, abril 4 – Esdras 7, 8

1. ¿Por qué era tan importante para Esdras regresar a Jerusalén a pesar de los privilegios que disfrutaba junto al rey en Babilonia?

2. Dios usó a un rey pagano para emitir el decreto que permitía a los judíos regresar a Jerusalén. ¿Qué nos dice esto sobre nuestra fe?

3. ¿Por qué Esdras proclamó ayuno para humillarse y buscar la dirección de Dios? (Esdras 8:21, RV60)

Esdras regresó a Jerusalén en el quinto mes del séptimo año del rey Artajerjes I (Esdras 7:8), lo que generalmente se fecha alrededor del año 457 a.C. Ese mismo año, el rey emitió un decreto permitiendo que los judíos regresaran y reconstruyeran el templo de Dios. Habían pasado sesenta años entre los eventos de Esdras 6:6 y 7:1. A pesar de los privilegios y comodidades que disfrutaba en Babilonia, Esdras comprendió que Dios lo había designado para un propósito mayor. No estaba satisfecho con permanecer en su posición sin cumplir su misión divina.

Es fácil sentirse cómodo en una posición segura y olvidar el llamado superior. Sin embargo, Esdras sabía que Babilonia no era su verdadero hogar. Se sentía responsable por su pueblo y veía su rol no como un fin en sí mismo, sino como parte del plan de Dios. Aunque servía con dignidad al rey Artajerjes, nunca perdió de vista su lealtad suprema a Dios. La Biblia declara:
“Este Esdras subió de Babilonia; era escriba diligente en la ley de Moisés, que Jehová Dios de Israel había dado” (Esdras 7:6, RV60).
Su tiempo en Babilonia no cambió su corazón ni su compromiso con la ley de Dios.

Esdras era descendiente de Aarón, el hermano de Moisés, lo que lo hacía parte del linaje sacerdotal. Esta herencia le otorgaba autoridad entre los judíos, no solo como escriba sino también como líder espiritual. Su papel fue crucial en la restauración de las prácticas religiosas y la enseñanza de la ley, que había sido descuidada durante el exilio.

Un aspecto notable de la jornada de Esdras es cómo Dios usó a un rey pagano para cumplir su propósito divino. Artajerjes no era un seguidor del Dios de Israel, sin embargo, Dios obró a través de él para emitir el decreto que permitió el segundo regreso de los judíos. A menudo, las personas suponen que Dios solo trabaja a través de líderes espirituales o creyentes para llevar a cabo Sus planes. Sin embargo, la Escritura demuestra repetidamente que Dios es soberano sobre todos y puede usar a cualquiera, creyente o no, para cumplir Su voluntad. Esta verdad se refuerza en 1 Corintios 1:27:
“Sino que lo necio del mundo escogió Dios, para avergonzar a los sabios; y lo débil del mundo escogió Dios, para avergonzar a lo fuerte.”

Artajerjes no solo permitió que Esdras regresara a Jerusalén, sino que también proporcionó recursos para el viaje. El rey ordenó que “todos los tesoreros que están más allá del río” dieran a Esdras todo lo que necesitara, incluyendo hasta cien talentos de plata, cien coros de trigo, cien baños de vino, cien baños de aceite y sal sin límite (Esdras 7:21-22). En la economía actual, el valor estimado de estos regalos sería aproximadamente $3,027,744, siendo la plata la contribución más valiosa.

A pesar de recibir provisiones tan generosas, Esdras entendió que los recursos humanos por sí solos eran insuficientes. Reconoció la necesidad de la dirección y protección divinas. Antes de emprender el viaje, Esdras proclamó un ayuno: “Y publiqué ayuno allí junto al río Ahava, para afligirnos delante de nuestro Dios, para solicitar de él camino derecho para nosotros, y para nuestros niños, y para todos nuestros bienes.” (Esdras 8:21, RV60).

Este acto demostró su profunda dependencia de Dios, más que en la riqueza material o el favor del rey.

La decisión de Esdras de ayunar y buscar la dirección de Dios es significativa. Viajar de Babilonia a Jerusalén era un trayecto largo y peligroso. La ruta estaba llena de riesgos, incluidos bandidos, animales salvajes y terrenos difíciles. Aunque había recibido la aprobación y los recursos del rey, entendía que el verdadero éxito solo vendría a través de la protección y bendición de Dios. Al humillarse ante Dios, Esdras dio ejemplo al pueblo, mostrándoles que su confianza debía estar en Dios sobre todas las cosas.

La historia del regreso de Esdras nos enseña varias lecciones valiosas:

1. A menudo, Dios nos coloca en posiciones de influencia para un propósito mayor. Como Esdras, debemos permanecer fieles a su llamado, incluso cuando la comodidad y la seguridad nos tienten a quedarnos donde estamos.

2. Dios puede usar a cualquiera, incluso a personas fuera de la fe, para cumplir Sus planes. Artajerjes era un rey pagano, sin embargo, Dios lo usó para proveer para Su pueblo.

3. La oración y el ayuno son esenciales para buscar la dirección de Dios. Esdras no dependió solo de los recursos humanos, sino que confió completamente en la dirección de Dios.

En última instancia, la jornada de Esdras no solo se trató del regreso a un lugar físico; fue restaurar el compromiso espiritual del pueblo de Dios. Su liderazgo, fe y dedicación desempeñaron un papel crucial en el restablecimiento de la adoración en Jerusalén, preparando el camino para una renovación espiritual aún mayor entre los judíos.

Que el Señor te bendiga abundantemente hoy.