


Domingo, diciembre 1 – Isaías 18, 19 – Lectura adicional, Andrews Study Bible, pág. 883
1. ¿A quién se dirige Jehová cuando dice que deben estar atentos y escuchar la señal en el monte y el sonido de la trompeta? (Isaías 18:3)
2. ¿Qué hará Jehová antes de la cosecha? (Isaías 18:5)
3. ¿Cómo perturbará a los líderes de Egipto y qué podrían hacer al respecto? (Isaías 19:14-15)
4. ¿De qué testificará Jehová de los ejércitos en la tierra de Egipto? (Isaías 19:19)
5. ¿Cómo describe a Egipto, Asiria e Israel? (Isaías 19:24)
Comentario y reflexión:
El estudio es sobre los capítulos 18 y 19 de Isaías. Estos capítulos forman parte de una sección más amplia que abarca desde Isaías 13:1 hasta 23:18, donde Jehová de los ejércitos comunica a través del profeta los destinos de diversas naciones.
En el capítulo 18, Jehová habla del pueblo de Cus, que podría referirse a la antigua tierra de Etiopía a lo largo del río Nilo, al sur de Egipto. Esta no es la misma Etiopía que conocemos hoy. Aunque la tierra de Cus era poderosa, estaba oprimida por los aún más poderosos asirios. A diferencia de los capítulos anteriores este pasaje no es una profecía en contra de una nación.
Isaías insta a la gente a estar atentos a la señal de Jehová y a escuchar el sonido de la trompeta. Les asegura que Dios está consciente de la amenaza que representan los asirios y que intervendrá en el momento oportuno. Por ahora Jehová espera, comparando Su pausa con el calor creciente de un día soleado o las nubes que traen rocío durante la cosecha (Isaías 18:3-4).
El profeta continúa describiendo una situación en donde el pueblo parece estar prosperando, pero Dios tiene un plan para ellos. Interviene justo antes de que su cosecha se complete. Aunque podría parecer difícil al principio, nos anima a profundizar más: no están verdaderamente establecidos en la tierra prometida, sino todavía en medio de la oposición (Isaías 18:5-7).
Esto nos inspira a apreciar la dirección divina y su propósito, recordándonos que el crecimiento a menudo nos lleva a mayores bendiciones.
En la primera parte del capítulo 19, encontramos un gran poema que es un oráculo contra Egipto. Isaías revela con cuidado el juicio inminente de Jehová, destacando tres áreas en las que Egipto se siente más seguro: sus preciadas costumbres religiosas, la prosperidad generada por el Nilo y su bien ganada reputación en sabiduría. Es un ejemplo de cómo incluso los más poderosos pueden ser humillados, animándonos a reflexionar sobre nuestras propias fortalezas y vulnerabilidades (Isaías 19:1-15).
El pueblo de Egipto descubrirá el asombroso poder de Jehová, volviéndose a Él con un arrepentimiento sincero y un compromiso de servirle de todo corazón. Expresarán con gozo su devoción a través de sacrificios, ofrendas y votos. A cambio, Jehova revelará Su amor y poder, ofreciendo protección contra sus adversarios. Aunque puede conducirlos con disciplina, también responderá con gracia a sus súplicas sinceras, trayendo sanidad y demostrando Su profunda compasión y cuidado. ¡El camino adelante está lleno de esperanza y de renovación! En un giro sorprendente durante el tiempo de Isaías, los asirios se unieron a los egipcios para adorar al Dios de Israel. Egipto, Asiria e Israel se unirán como una bendición para el mundo, recibiendo ellos mismos las bendiciones de Dios (Isaías 19:16-25).
“Lo que comenzó como un oráculo contra Egipto culmina en una reunión de enemigos, todos bendecidos por Jehová: Egipto, Asiria e Israel. La noción del pueblo de Dios se expande. Egipto es llamado por Dios ‘Mi pueblo.’ Asiria es llamada ‘la obra de Mis manos,’ e Israel ‘Mi heredad.’ Además, la promesa de Dios a Abraham, según la cual todas las familias de la tierra serán bendecidas a través de sus descendientes (Génesis 12:3), adquiere una perspectiva única con esta profecía” (Andrews Study Bible, pág. 883).
El capítulo 19 presenta una visión profética fascinante que invita a explorar su significado. En este capítulo Isaías describe un futuro en el que tres naciones históricamente rivales se unirán para honrar al único Dios verdadero. Esta unidad trae bendiciones al mundo y contribuye al Reino de Jehová en la tierra, reflejando paz y perfección. ¡Es alentador imaginar tal armonía!
Mientras el pueblo de Dios navega lo que creemos son los últimos días, reflexionar sobre estos capítulos del libro de Isaías nos eleva. Podemos encontrar consuelo al saber que nuestro Dios controla todas las cosas haciendo posible lo imposible.
“Que Jehova te bendiga y te guarde.”