


Jueves, diciembre 26 – 2 Reyes 18, 19
Preguntas de estudio:
1. Medita en la reacción de Ezequías frente a la amenaza del rey asirio. (1 Reyes 19:1-4)
2. Observa la forma extraordinaria y maravillosa como Dios destruyó a los enemigos en una noche. (2 Reyes 19:35-37)
3. ¿Crees tú que Jehová tiene hoy el mismo poder que antaño?
4. Saca tus propias conclusiones comparando la prueba qué pasó Ezequías con las que tú afrontas hoy en día.
Comentario y reflexión:
Hemos estado estudiando sobre la invasión asiria a Jerusalén y la forma cómo Dios la libró enviando a un ángel que mató en una noche 185 000 soldados asirios. ¿Sabes que hay datos históricos, además de la Biblia, que hablan de esto? Dicen que fue una peste lo que causó este daño.
Seguramente recordarás que el Rabsaces del rey de Asiria se burló del rey Ezequías diciéndole que no confiara en el rey de Egipto. Al fin, los egipcios se enfrentaron a Senaquerib y este tuvo que huir a Nínive, Asiria, donde fue asesinado por dos de sus propios hijos.
¿Sabías que el faraón egipcio que vino en ayuda de Jerusalén era Tirhaca? Eso lo dice la Biblia (2 Reyes 19:9). Pero lo que no sabíamos era que este faraón era un hombre negro y no había nacido en Egipto. El texto dice que venía de Etiopía, pero era en efecto de Sudán.
2 Reyes 19:21-34 registra las palabras inspiradas de Isaías en respuesta a la invasión de Senaquerib. Estas mismas palabras aparecen en Isaías 37:22-35. Las palabras son poéticas y hermosas, traían un mensaje inverosímil de seguridad para Ezequías y Judá. Cito el Comentario Conciso de Matthew Henry:
“Todos los movimientos de Senaquerib estaban bajo el conocimiento divino. Dios mismo se compromete a defender la ciudad, y aquella persona o lugar que Él decide proteger no puede sino estar a salvo. La invasión de los asirios probablemente había impedido que la tierra fuera sembrada ese año. Se cree que el siguiente año fue el año sabático, pero el Señor aseguró que la producción de la tierra sería suficiente para su sustento durante esos dos años.
El cumplimiento de esta promesa estaba destinado a ocurrir después de la destrucción del ejército de Senaquerib, y sirvió como una señal para fortalecer la fe de Ezequías, asegurándole la liberación inmediata como una garantía del cuidado continuo del Señor hacia el reino de Judá.
Jehová se propuso realizar esta obra, no por la justicia de ellos, sino para la gloria de Su propio nombre. Que nuestros corazones sean como buena tierra, donde Su Palabra pueda echar raíces profundas y producir fruto abundante en nuestras vidas.” Matthew Henry Concise Commentary, 2 Reyes 19:20-34
La historia de 2 Reyes 18, 19 es una repetición de lo registrado por Isaías y que aparece también en 2 de Crónicas. Aunque fueron varios autores, estos fueron inspirados por Dios para repetir y confirmar la Palabra profética. ¡Maravilloso! ¡Lo que Dios hace con un profeta es asombroso! Isaías escribió la primera parte de su libro narrando la preparación espiritual que quiso lograr antes de la invasión de los asirios, y luego de los babilonios. Luego, en su segunda parte, habla de las glorias de la Nueva Jerusalén y la victoria final del pueblo de Dios de regreso del cautiverio. Pero ¡aquí está lo importante!
Cuando los judíos regresaron del cautiverio ya Isaías había fallecido. ¿Cómo pudo él escribir sobre lo que sucedería un siglo después de su muerte? Pudo porque Dios se lo reveló. Luego lo escribió o narró a sus asistentes y lo dejó en sus manos, quienes celosamente lo guardaron.
Ten en cuenta, Dios usa a su profeta, pero lo que ese siervo escribe no es del profeta, sino de Dios. Y Dios se encargará de que llegue a su destino. ¡Aleluya!
¡Deseo que te sea de bendición!
Pastor Rolando de los Rios