Preguntas de estudio:
1. ¿Cómo mira Jehová los sacrificios cuando somos desobedientes? Isaías 66:3
2. ¿Cómo respondió Ezequías a la reprensión y sentencia de Dios después de la visita de los babilonios? 2 Reyes 20:16-19
Comentario y reflexión:
Los judíos que regresaran del exilio babilónico debían tener presente que, aunque edificar el templo era importante, mas importante era reconocer y tener una relación de fe y obediencia con el verdadero Dios. Mas importante que los ritos y ceremonias del culto es tener un espíritu humilde y receptivo ante El. (vers. 1, 2_
Cuando el espíritu no es humilde ante Jehová las ceremonias religiosas son desagradables a sus ojos: “El que sacrifica buey es como si matara a un hombre; el que sacrifica oveja, como si degollara a un perro; el que hace ofrenda, como si ofreciera sangre de cerdo; el que quema incienso, como si bendijera a un ídolo.” (ver. 3)
El corazón humano tiene tendencias pecaminosas naturales. Está propenso a seguir una religión a su manera y buscar suplir lo que siente le falta con ritos. Es propenso a seguir las formas populares de religión, aunque estén lejos de las instrucciones de Dios. Seguir el propio corazón y sus dictados, convierte en abominación al culto y las ofrendas. (ver. 3)
Dios nos llama, nos habla, debemos estar dispuestos a escuchar su voz, debemos ser sensibles a su llamado. Para el pueblo de Dios, su Palabra es lo máximo, esto es lo que los hace ser su pueblo. (ver. 4)
Otra vez se anuncia el día de Jehová, día del juicio final, día de fuego y de destrucción para los idólatras y desobedientes. Todos tendremos que comparecer ante El. (vers. 15,16)
«Los que se santifican, y los que se purifican en los huertos, unos tras otros, y los que comen carne de cerdo y abominación y ratón, juntamente serán talados», ha dicho Jehová. (ver. 17). Aquellos de su pueblo que no son fieles participarán del castigo, así como los impíos.
“Muchas veces esos huertos y bosquecillos eran escenario de ceremonias religiosas crueles e inmorales. Con frecuencia los hebreos imitaron a los paganos en su costumbre de adorar en tales lugares (Isa. 1:29; 65: 3-4; cf. 1 Rey. 14:23; 15:13; 2 Rey. 16:3-4; 17: 9-11; 18:4), aunque Dios les había ordenado que los destruyeran (Exo. 34:13; Deut. 7:5).” CBA, Isaías 66:17
En el día de la gran intervención de Jehová en la tierra, judíos y gentiles de todas las naciones de la tierra vendrán a adorarle. No habrá distinción entre judíos y gentiles. Todos tendrán acceso al templo y todos podrán adorarlo. Vendrán de Tarsis (España), Fut (África) y Lud (Mesopotamia). (vers. 18-21)
“Porque como los cielos nuevos y la nueva tierra que yo hago permanecerán delante de mí», dice Jehová, «así permanecerá vuestra descendencia y vuestro nombre. »Y de mes en mes, y de sábado en sábado, vendrán todos a adorar delante de mí», dice Jehová.” (Isaías 66:22, 23). ¡Que profecía y promesa tan hermosa! Los redimidos podrán contemplar el juicio de Dios sobre los impenitentes.
El versículo 24 habla de la permanencia y finalidad del juicio. Ya no habrá otra oportunidad, el juicio es final. Para expresar este pensamiento, Isaías menciona el gusano que no muere y el fuego que no se apaga. Estas son figuras de lenguaje para comunicar este pensamiento.
El relato de 2 de Reyes 20 es paralelo con Isaías 38, 39 y con 2 Crónicas 32. Ezequías, quien había sido un rey justo y prudente, comete el error de recibir con entusiasmo y de agasajar a los enviados de Babilonia. Dice el Comentario Bíblico Adventista al respecto,
“Sin duda Ezequías se sintió halagado por la atención que le prestaba el “rey de Babilonia”. Al mostrar a los enviados de Babilonia sus tesoros y descubrirles sus recursos, ofrecía una carnada a la codicia de estos extranjeros que volverían antes de 50 años para tomar esos tesoros y llevárselos a Babilonia.” CBA, 2 Reyes 20:13
La susceptibilidad a los halagos es un punto débil para todos. El halago de los visitantes fue más fuerte que la prudencia de Ezequías. Critiquémoslo a nuestro propio riesgo.
Luego, la respuesta de Ezequías a la reprensión fue egoísta: “Entonces Ezequías dijo a Isaías: La palabra que has hablado de parte de Jehová es buena. Pues pensaba: «Al menos en mis días habrá paz y seguridad.»” 2 Reyes 20:19
“Era una reacción natural, pero a la vez egoísta. Ezequías debería haberse preocupado por los problemas que su acción precipitada traería sobre su posteridad.” CBA, 2 Reyes 20:19
Piénsalo antes de lanzar la primera piedra, no sea que se convierta en bumerang. Consideremos esto y aprendamos de Ezequías.
Dios te conceda un día sumamente bendecido. Su paz sea contigo.