


Lunes, julio 21 – Filipenses 3, 4
1. ¿A qué secta judía pertenecía Pablo? Filipenses 3:5
2. ¿Cómo quería ser hallado Pablo en Jesús? Filipenses 3:9
3. ¿En dónde dice Pablo que esta nuestra ciudadanía? Filipenses 3:20
Pablo escribe a la primera iglesia en Europa, la iglesia de Filipos, en Macedonia, norte de Grecia. Él fue quien fundó esta iglesia. La carta fue enviada hacia el final de su primera prisión en Roma, que duró dos años.
Esta carta es una joya. Estoy seguro de que disfrutamos la lectura y el comentario de los capítulos 1 y 2 por su contenido maravilloso.
En el capítulo 3 el apóstol le habla a los judaizantes de su propia experiencia en la transición del judaísmo al cristianismo. La iglesia estaba siendo atacada por el enemigo desde diferentes ángulos, así como lo es hoy también. El judaísmo era uno de esos ángulos. Los cristianos judaizantes tenían problemas en entender y aceptar el ministerio de Jesús porque se aferraban a los símbolos y formas del antiguo pacto, a los días de fiesta, a los ayunos, a las ceremonias y a la circuncisión. Es como si alguien que espera a su ser amado que ha estado ausente por mucho tiempo, cuando llega que le desprecie por aferrarse a una foto. Una vez que la persona está presente no hace falta la foto.
En su testimonio menciona lo que era antes que los judaizantes tenían en estima: circuncidado, hebreo de hebreos, fariseo, irreprensible en la ley. Si alguien podía confiar en la carne, ese era el.
“Pero cuantas cosas eran para mí ganancia, las he estimado como pérdida por amor de Cristo. Y ciertamente, aun estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor. Por amor a él lo he perdido todo y lo tengo por basura, para ganar a Cristo.” Filipenses 3:7,8
Un par de preguntas para reflexionar, ¿de qué manera pueden las prácticas religiosas obscurecer a Cristo en mi vida? ¿Cómo podemos ser hallados no teniendo nuestra propia justicia, “que se basa en la Ley, sino la que se adquiere por la fe en Cristo, la justicia que procede de Dios y se basa en la fe”?
Pablo expresa el deseo profundo de su corazón: “Quiero conocerlo a él y el poder de su resurrección.” 3:10.
Es posible conocer mucho de religión y no conocerlo a Él, ni su poder transformador que da nueva vida.
“Él transformará nuestro cuerpo mortal en un cuerpo glorioso semejante al suyo, por el poder con el cual puede también sujetar a sí mismo todas las cosas.” 3:21
No lo ha alcanzado aun: “pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús.” 3:13, 14
¡Qué hermoso testimonio del apóstol! Qué pasaje tan hermoso y valioso.
El cierre de la carta, en el capítulo 4, contiene joyas de pensamiento.
Las hermanas Evodia y Síntique estaban peleadas. Pablo las reprende públicamente porque el pleito era público. Le pide a un colaborador suyo que ayude a reconciliar a las hermanas. Es posible que una de estas hermanas, o ambas, fueran conocidas por un espíritu agrio y rudo.
“Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez digo: ¡Regocijaos! Vuestra gentileza sea conocida de todos los hombres. El Señor está cerca.” 4:4,5
A continuación, el apóstol nos aconseja sobre cómo podemos obtener paz interior que tanto anhelamos. Prestemos atención a lo que dice:
1. No te angusties, por nada, ¡ora! Y cuando ores, ¡da gracias a Dios! “Por nada estéis angustiados, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias.” 4:6,17
2. Piensa en lo positivo, no pienses en nada negativo. “Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad.” 4:8
3. Aprende y ejerce la disciplina de estar contento con lo que tienes. “Sé vivir humildemente y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad.” 4:12
4. Confía en que en Dios todo es posible. “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.” 4:13
Que el deseo del apóstol para la iglesia de Filipos se cumpla hoy en ti: “Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.” 4:7
¡Amen! Dios te conceda un día sumamente bendecido.