


Martes, marzo 4 – Ezequiel 34, 35
1. ¿Contra quién mandó Jehová a Ezequiel que profetizara? (Ezequiel 34:2)
2. ¿Por qué mandó Jehová a Ezequiel a profetizar contra los pastores de Israel? (Ezequiel 34:2, 4)
3. ¿Contra qué monte profetizó Ezequiel? (Ezequiel 35:2)
4. ¿Por qué mandó Jehová a Ezequiel a profetizar contra el monte Seir? (Ezequiel 35:5)
El concepto de pastor en la antigüedad se refería comúnmente a reyes o líderes. Líderes como Josué (Números 27:17) y David (2 Samuel 5:2) fueron llamados pastores. En este pasaje, el término se aplica tanto a líderes civiles como espirituales. Dios reprendió a los pastores de Israel porque se servían a sí mismos en lugar de cuidar del rebaño.
En lugar de fortalecer a los débiles, sanar a los enfermos o buscar a las ovejas perdidas, estos pastores gobernaban con dureza. Su negligencia dejó a las ovejas vulnerables a las bestias salvajes (naciones enemigas), dispersándolas por muchas tierras. Por ello, Dios mismo prometió ser su Pastor, rescatando a sus ovejas de los líderes corruptos, reuniéndolas nuevamente en su tierra y supliendo todas sus necesidades.
En el corazón de esta profecía está la promesa de un futuro Pastor, un descendiente de David que cuidaría del rebaño de Dios como un Príncipe bajo Su reinado. Esto apunta directamente a Jesús, el Buen Pastor (Juan 10:11).
El pacto de paz de Dios traería protección, abundancia y libertad, asegurando que todos reconocerían que Él es el verdadero Dios de Israel. Esta profecía anticipa la venida de Cristo, quien uniría a judíos y gentiles en un solo rebaño (Efesios 2:14).
La metáfora del pastor sigue siendo relevante hoy. Los líderes, ya sean espirituales o políticos, deben priorizar el bienestar de los demás en lugar de servirse a sí mismos. Un verdadero líder refleja el carácter del Buen Pastor, quien da su vida por sus ovejas.
El Monte Seir era el territorio de Edom, los descendientes de Esaú, el hermano de Jacob. Ezequiel ya había profetizado contra Edom en Ezequiel 25:12-14. Edom había sido enemigo de Israel por siglos, como se vio en los reinados de Saúl (1 Samuel 14:47), Salomón (1 Reyes 11:14-22), Josafat (2 Crónicas 20:1-23), Joram (2 Reyes 8:21) y Acaz (2 Crónicas 28:17).
Esta profecía trajo esperanza a Israel y juicio sobre sus enemigos. Dios prometió traer desolación a Edom por su odio perpetuo contra Israel.
¿Por qué fue Edom juzgado?
1. Odio perpetuo – Edom mantuvo una enemistad constante contra Israel, a pesar de ser parientes lejanos. (Clarke)
2. Aprovecharse de la desgracia de Israel – Cuando Babilonia conquistó Judá, Edom intentó expandirse al territorio del Néguev. (Vawter & Hoppe)
3. Jactancia contra Dios – Edom reclamó la tierra de Israel como propia, ignorando la soberanía de Dios.
Ezequiel profetizó que las ciudades de Edom quedarían abandonadas para siempre. Esta profecía se cumplió literalmente—ciudades edomitas como Petra y Temán ahora están en ruinas.
“El pecado de Edom fue el odio perpetuo, y su castigo sería la desolación perpetua.” (Poole)
Cuando Babilonia conquistó Judá, Edom vio la oportunidad de expandirse. En lugar de ayudar a sus hermanos israelitas, aprovecharon la crisis para su propio beneficio. Dios los llamó a rendir cuentas por ello.
Aun en medio del juicio, la presencia de Dios permaneció en la tierra. Aunque Su pueblo fue exiliado, Él nunca los abandonó.
Los edomitas creyeron que Dios había abandonado a Israel, y asumieron que la tierra estaba libre para ser tomada. Sin embargo, ignoraron la verdad de que Jehová aún estaba allí (Jehová-Shammah) y que defendería a Su pueblo.
“Edom no pudo escapar de las consecuencias del pacto abrahámico. Su odio contra Israel llevó a su inevitable juicio.” (Feinberg)
Ezequiel 34 y 35 presentan un contraste entre el liderazgo corrupto y el perfecto cuidado de Dios. Mientras que los líderes infieles explotaban a su rebaño, Dios prometió recoger, restaurar y proteger a Su pueblo.
Dios juzga a las naciones por su trato a Su pueblo. Edom pensó que su momento de oportunismo y orgullo quedaría impune, pero Dios demostró que Él defiende a los suyos.
Hoy, vemos problemas similares: líderes egoístas, opresión e injusticia. Pero el mensaje sigue siendo el mismo: Jehová está observando, guiando y preparando un lugar para los fieles.
¿Estás bajo el cuidado del Buen Pastor?