


Viernes, mayo 23 — Juan 17, Mateo 27
1. ¿Por qué ora Jesús para ser glorificado? (Juan 17:1-5)
2. ¿Cuál es una lección objetiva vital que se extrae de Juan 17?
3. Siguiendo los eventos de los últimos días de Jesús, ¿qué temas principales encontramos en Mateo 27?
El capítulo 17 de Juan habla claramente sobre la personalidad de Dios y de Cristo y su relación entre sí. “Padre, la hora ha llegado”, dijo Cristo: “glorifica a tu Hijo, para que también tu Hijo te glorifique a ti.” (Juan 17:1)
Este capítulo contiene la oración intercesora de Jesús justo antes de la traición y la crucifixión. Fue ofrecida antes de ir al huerto de Getsemaní, donde sería entregado y arrestado. Por lo tanto, esta sería su última oración con los discípulos. En esta oración, “Él afirmó que había cumplido las condiciones del pacto hecho con el Padre en el cielo. En lo que respecta al hombre oró: ‘He acabado la obra que me diste que hiciese’. [Es decir, había forjado un carácter justo en la tierra como ejemplo para los hombres.] ‘Ahora pues, Padre, glorifícame tú al lado tuyo, con aquella gloria que tuve contigo antes que el mundo fuese.’ (Juan 17:5)” (El Espíritu de Profecía, tomo 3, p. 260–261).
Juan 17:5 es profundo: Jesús pide al Padre que lo glorifique, no de una manera egoísta, sino para que a través de su glorificación (especialmente a través de la cruz), Él pueda glorificar al Padre. En esencia, Jesús está diciendo: “Es el momento. Que lo que está por suceder te glorifique.”
“Glorifícame tú al lado tuyo…” Esta declaración de Jesús nos dice que está pidiendo volver a su gloria antes de la encarnación, la majestad divina y el honor que tenía antes de tomar forma humana. Está anticipando la resurrección y ascensión, cuando será exaltado y restaurado a esa gloria plena al lado del Padre.
“Con aquella gloria que tuve contigo antes que el mundo fuese.” Esta última parte del versículo cinco es asombrosa. Jesús está afirmando:
1. Su preexistencia – Existía antes de la creación.
2. Igualdad divina – Compartía la misma gloria con el Padre.
3. Intimidad con Dios – Estaba con el Padre desde la eternidad pasada.
Esta es una de las declaraciones más explícitas en el Nuevo Testamento acerca de la naturaleza divina de Jesús, su unidad con Dios antes del comienzo del tiempo. En resumen, Jesús dice: “Padre, cuando termine la misión en la tierra, restáurame a la gloriosa comunión y majestad que compartimos antes de que el mundo fuera creado.”
Lección objetiva: En la oración de Jesús en el capítulo 17 enfatiza la importancia de conocer a Dios. Define la vida eterna como conocer al único Dios verdadero y a Jesucristo, a quien Él ha enviado (Juan 17:3). Nos enseña que la esencia de nuestra fe no está en reglas o rituales, sino en una relación profunda y personal con Dios.
Este mensaje ofrece una lección objetiva que demuestra que podemos vivir en el mundo sin ser absorbidos por sus trampas. Es hermoso y consolador saber que Jesús ora por nosotros. (Juan 17:9)
Continuando con el relato de los últimos días de Jesús en la tierra, Mateo 27 registra los eventos después del huerto de Getsemaní. Es uno de los capítulos más intensos y emocionalmente poderosos del Nuevo Testamento, describiendo el juicio, sufrimiento y crucifixión de Jesús.
Varios temas se encuentran en Mateo 27:
• La inocencia de Jesús frente a la culpabilidad de otros (Judas, Pilato, la multitud).
• El cumplimiento de la profecía en cada paso, mostrando a Jesús como el Mesías prometido.
• El sufrimiento de Jesús y su obediencia a la voluntad del Padre. No sufrió por sus pecados, sino por los del mundo. Soportó una agonía inimaginable y sintió el desagrado de Dios contra el pecado.
• La resurrección y su significado. Aquí se muestra la victoria de Cristo sobre la muerte y la promesa de vida eterna para los creyentes. La resurrección no fue solo un evento físico (como lo muestran la reacción de la naturaleza, el velo del templo rasgado, e incluso la misma resurrección), sino también una transformación espiritual.