


Sábado, noviembre 16 – Isaías 8, Amós 1
1. ¿Qué debía el pueblo de Dios responder a la sugerencia de ir a consultar a los encantadores y adivinos? Isaías 8:19, 20
2. ¿Desde dónde se oye la voz de Dios pronunciar juicios sobre las naciones? Amós 1:2
Comentario y reflexión:
Isaías 8 registra la profecía de la invasión de Asiria a Judá que el profeta debía escribir en una tabla grade. La razón que ofrece para la invasión es que Judá prefirió confiar en los reyes de Siria y de Israel que confiar en Dios. “Rechazaron las aguas de Siloé” en Jerusalén, y “se regocijó en Rezin (rey de Siria) y con el hijo de Remalías (Israel o reino del norte)”.
Haciendo una conexión con las aguas de Siloé, Isaías predice que Asiria vendría sobre Judá como la crecida de un rio, “he aquí, por tanto, que el Señor hace subir sobre ellos aguas de ríos, impetuosas y abundantes: al rey de Asiria con todo su poder.” Hace el contraste entre las aguas mansas de Siloé con las aguas impetuosas de Asiria. En la profecía bíblica las aguas representan multitudes. (Apocalipsis 17:15).
En los versículos 9 y 10 hay una referencia en primer plano a los juicios de Dios sobre Judá y sobre la tierra en ese momento y, en segundo plano, al juicio final, cuando Jehová establecerá su autoridad sobre toda la tierra.
“Reuníos, pueblos, y seréis quebrantados.
Oíd, todos los que sois de lejanas tierras:
ceñíos, y seréis quebrantados;
preparaos, y seréis quebrantados.
Haced planes, y serán anulados;
proferid palabra, y no será firme,
porque Dios está con nosotros.” Isaías 8:9,10
“Dios está con nosotros”, este es el significado de “Emanuel”. Este es un tema recurrente en las profecías de Isaías.
Jehová llama a su pueblo a no apoyarse en el poder del hombre, si no en su poder. Isaías hace un contraste entre el remanente y el resto de Israel y Jerusalén. Para los hijos fieles de Dios, Él es su Santuario, su refugio, para el resto de Israel, Él es tropezadero.
Jehová manda que se ate y se selle el libro y la instrucción “entre mis discípulos”. Tiene un cuidado especial en medio de la prueba sobre aquellos que confían y esperan en Él. Una señal distintiva de sus discípulos es su relación con el libro y con su instrucción.
“He aquí que yo y los hijos
que me dio Jehová
somos por señales y presagios en Israel,
de parte de Jehová de los ejércitos,
que mora en el monte Sión.” Isaías 8:18
Sobre este versículo dice el Comentario Bíblico Adventista,
“Como puede verse por los nombres de los hijos de Isaías (ver com. cap. 7: 14), él y ellos habían sido ordenados por Dios para ser señales vivientes al pueblo de Judá. Por medio de los mismos Dios proclamó un mensaje vital a su pueblo. El nombre “Isaías” significa “Jehová salvará”. En verdad, el nombre de Isaías es el tema del libro que lleva su nombre (ver p. 126). En relación con las circunstancias inmediatas, esto significaba salvación del poder de Israel, Siria y Asiria. El nombre del primer hijo de Isaías, Sear-jasub, significa “remanente volverá” y ese niño, por su mismo nombre, prometía que un remanente sería salvado. En esa ocasión Dios no habría de acabar completamente con Judá como pensaba hacerlo con Israel. El nombre del segundo hijo de Isaías, Maher-salal-hasbaz, significa “el despojo se apresura, la presa se precipita”. Este hijo era un recordativo constante de que el castigo se acercaba a pasos agigantados y que pronto caería sobre los que rechazaran la gracia de Dios. Para los que fueran fieles y leales a Dios, el niño Emanuel era la seguridad que Dios daba de su constante presencia entre ellos.” CBA, Isaías 8:18
Dice el profeta que el pueblo de Dios no debe consultar a los encantadores y adivinos. Claramente, ellos son instrumentos del enemigo.
“¿No consultará el pueblo a su Dios?
¿Consultará a los muertos por los vivos?” Isaías 8:19
La Palabra de Dios es la norma y la guía. “A la ley”, los escritos de Moisés, “al testimonio”, los mensajes de los profetas, la Biblia es la regla y medida del pueblo de Dios para cualquier mensaje o mensajero. Quienes no sigan esta instrucción encontrarán tribulación y tinieblas, oscuridad y angustia.
Sobre el libro de Amós dice el Comentario Bíblico Adventista,
“El ministerio de Amós, como el de Oseas, fue especialmente para Israel, el reino hebreo del norte, aunque Amós no siempre restringe el término Israel al reino del norte, sino que ocasionalmente incluye a Judá, el reino del sur.” CBA, Amós 1:1
Sobre el tiempo de su ministerio, Zacarias menciona mucho tiempo después el terremoto que usa como referencia Amós en el primer versículo. Josefo es un historiador del primer siglo después de Cristo no inspirado, pero un estudioso de la historia. “Josefo afirma que este terremoto se produjo cuando el rey Uzías entró atrevidamente en el templo para quemar incienso (Antigüedades i x. 10. 4; cf. 2 Crón. 26: 16-2 1).” CBA, Amos 1:1
Por su gracia, nos permita Dios ser contados entre sus discípulos, quienes, en medio de la prueba, aprecian y guardan la instrucción de su Palabra.