


Domingo, octubre 20 – 2 Crónicas 10, 11 – Lectura adicional, Profetas y Reyes, capítulo 6, “La división del reino”
1. ¿Cuál fue la suerte de Adoram, el cobrador de impuestos de Roboam? 2 Crónicas 10:18
2. ¿Cuán definitiva fue la separación de los reinos de Judá e Israel? 2 Crónicas 10:19
3. ¿Qué tiempo duró la estabilidad del reino de Roboam? 2 Crónicas 11:17
Commentary and Reflection:
En los capítulos de hoy se repite la historia de Roboam de Judá y de Jeroboam de Israel, que ya leímos en 1 de Reyes 12. Ambos actuaron con necedad, el primero desoyendo un consejo sabio y dividiendo el reino, el segundo tomando atribuciones que no le pertenecían y guiando al pueblo a la idolatría.
La división del reino fue un suceso trágico y el comienzo del fin de Israel como nación a causa de su rebeldía y de su infidelidad al pacto. Jehová había dicho a Salomón, “por cuanto has obrado así, y no has guardado mi pacto y los estatutos que yo te mandé, te quitaré el reino y lo entregaré a tu siervo. Sin embargo, no lo haré en tus días, por amor a David, tu padre; lo quitaré de manos de tu hijo. Pero no te quitaré todo el reino, sino que le daré una tribu a tu hijo, por amor a David, mi siervo, y por amor a Jerusalén, la cual yo he elegido”. (1 Reyes 11-13).
Ahora, por la necedad de Roboam el reino se dividió y sería cuestión de tiempo para que tanto Judá como Israel fueran conquistados y llevados en cautiverio. La división marcó el comienzo del retiro de las promesas para Israel y Judá como nación. Dice Elena White en Profetas y Reyes, “con la división del reino al principio del reinado de Roboam, la gloria de Israel empezó a desvanecerse, y nunca se recobró plenamente”. (PR 70). El pacto y sus promesas se extenderían en el futuro y se cumplirían para los hijos de Abraham mediante la fe.
Como se comentó antes, la soberbia y la torpeza de Roboam no fueron ordenados por Jehová para forzar el cumplimiento de su sentencia. Lo que Él hizo fue dejar a Roboam y al pueblo a los designios de su propio corazón. La división del reino no fue el producto de su predeterminación, sino que su anuncio fue el resultado de su presciencia.
Dentro de lo triste de la historia hay tres cosas buenas.
Una, cuando Roboam fue advertido por Semaías el profeta, de no ir a una guerra fratricida contra Israel, “ellos oyeron la palabra de Jehová y se volvieron, y no fueron contra Jeroboam”. (2 Crónicas 11:4). Este hecho le dio la oportunidad de preservar lo que quedó de su reino.
Dos, los sacerdotes y levitas desechados por Jeroboam por cuestiones políticas, fueron todos a ejercer su ministerio al reino de Judá. (2 Crónicas 11:13, 14)
Tres, hubo israelitas que no siguieron a Jeroboam en su apostasía. Permanecieron fieles a la adoración en Jerusalén como había sido ordenada por Jehová. (2 Crónicas 11:16)
“Así fortalecieron el reino de Judá, y confirmaron a Roboam hijo de Salomón, por tres años; porque tres años anduvieron en el camino de David y de Salomón”. (2 Crónicas 11:17) Dice el Comentario Bíblico Adventista, “La influencia que tuvieron en Judá los sacerdotes y los fieles adoradores de Dios sin duda provocó un mayor fervor en la vida religiosa del reino del sur y contribuyó a la fortaleza moral de la nación.” CBA, 2 Crónicas 11:17.
Para sustituir el culto verdadero a Jehová, Jeroboam estableció culto “para los demonios” (11:15), y los becerros de oro en los “lugares altos”. Un “lugar alto” era un lugar elevado dedicado a la adoración. Estaban ubicados en colinas, montañas o plataformas y eran utilizados por los cananeos para la adoración de dioses falsos. En la historia bíblica se les llama así a estos lugares en donde se levantaban altares, santuarios o templos para ofrecer sacrificios, quemar incienso y participar en rituales religiosos, generalmente en desobediencia a los mandamientos de Dios. Jeroboam copió esta práctica para alejar al pueblo de la adoración en Jerusalén.
Las acciones perversas de estos dos gobernantes no pudieron detener la adoración al verdadero Dios por sus hijos fieles, ni el cumplimiento de su propósito en la historia de su pueblo.
Que Jehová nos conceda discernimiento claro y valor para permanecer fieles a sus mandatos y a su plan, a pesar de las distracciones y maquinaciones de quienes buscan su propio interés.
Te conceda Jehová un día bajo su bendición.