


Lunes, septiembre 9 – Salmos 72, 2 Crónicas 1 -– Lectura auxiliar, Profetas y Reyes, capitulo 1, “Salomón”
1. ¿Qué fue a visitar Salomón en Gabaón? 2 Crónicas 1:3
2. ¿Qué le pidió Salomón a Dios? 2 Crónicas 1:10
3. ¿Qué cualidad demostró Salomón cuando pidió sabiduría? 2 Crónicas 1:10
Comentario y reflexión:
El Salmo 72 es un canto de alabanza y oración escrito por David en favor de su hijo Salomón al comienzo de su reino. Aquí terminan las oraciones de David.
¡Qué manera excelente de terminar la vida! Elevando una alabanza a Dios y una oración por el hijo que continua la labor. Mas que un reino y mucho más importante, Salomón estaba recibiendo de su padre un legado espiritual. Todos, hasta que Jesús venga, pronunciaremos alguna vez las últimas palabras. Qué bueno será que sean una alabanza y una oración por los hijos.
Sobre este Salmo dice el Comentario Bíblico Adventista, “El Sal. 72 es la descripción de un rey ideal en un reino ideal. Describe, al menos en parte, y anticipa el dominio y el reinado de Cristo, el Mesías (PR 506). Define el carácter del rey y la naturaleza, extensión y duración de su reino. Quizá David escribió este hermoso poema descriptivo, el último del Segundo Libro de los Salmos, para su hijo Salomón, cuando fue coronado, como un incentivo para que fuera un rey consagrado. Es casi una transcripción del espíritu de las últimas palabras de David registradas en 2 Sam. 23: 1-5. “Grandes y gloriosas fueron las promesas hechas a David y a su casa. Eran promesas que señalaban hacia el futuro, hacia las edades eternas, y encontraron la plenitud de su cumplimiento en Cristo” (PP 8 18; cf. PP 8 19). Cristo muchas veces cantó partes de este salmo (ver material suplementario, EGW com. Sal. 66: 15).” CBA, Introducción al Salmo 72
Uno de los primeros actos de Salomón fue hacer una gran convocación al Santuario en Gabaón. Allí estaba la tienda del Tabernáculo que los acompañó en el éxodo. Salomón llamó a todo Israel, no podían faltar los príncipes y jefes de familia. Vino delante de Jehová y ofreció sacrificios. Este fue un gran mensaje para el pueblo y marcó el principio y rumbo de su gobierno.
Dios miró con favor a Salomón y aceptó el sacrificio. Esa noche le apareció y le dijo, “Pídeme lo que quieras que yo te dé.” 2 Crónicas 1:7. Si Dios viniera esta noche y te dijera así, ¿qué pedirías? ¿Cuántas cosas habría en la lista?
Salomón estaba preparado para responder y pidió sabiduría y conocimiento. No pidió éxito, no pidió victoria sobre los enemigos, no pidió grandeza, ni riqueza. Eso impresionó a Dios. No estaba pensando en sí mismo, estaba pensando en el llamado que le hizo. Estaba buscando la preparación para cumplir la voluntad de Dios.
“Los que hoy ocupan puestos de confianza deben procurar aprender la lección enseñada por la oración de Salomón. Cuanto más elevado sea el cargo que ocupe un hombre y mayor sea la responsabilidad que ha de llevar, más amplia será la influencia que ejerza y tanto más necesario será que confíe en Dios. Debe recordar siempre que juntamente con el llamamiento a trabajar le llega la invitación a andar con circunspección delante de sus semejantes. Debe conservar delante de Dios la actitud del que aprende. Los cargos no dan santidad de carácter. Honrando a Dios y obedeciendo sus mandamientos es como un hombre llega a ser realmente grande.” PR 21
Un diccionario define la sabiduría como, “la cualidad de tener experiencia, conocimiento y buen juicio”. Creo que el buen juicio es la cualidad principal de la sabiduría.
“Un cristiano es aquel que confía en el ingenio y en la sabiduría de Dios, y no en su propio ingenio. Si tenemos un propósito por nuestra cuenta, este propósito va a afectar la sencillez y la tranquilidad que debe caracterizar a los hijos de Dios.” Oswald Chambers, “My Utmost for His Highest”
Hay una promesa que dice, Si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada.” Santiago 1:5
Sentir falta de sabiduría es sabio. Esta es una oración que Dios contesta, dice que la da en abundancia.
Con la sabiduría y la ciencia vino la prosperidad y la paz al reino de Israel. Hubo mucho comercio. Salomón fue bendecido con sabiduría y además con prosperidad.
“Aunque existe una creencia generalizada de que la riqueza material es fuente de felicidad, las evidencias no confirman esa idea. El trabajo de Nickerson y sus colegas publicado en Psychological Science (2003) describe las actitudes de doce mil estudiantes universitarios antes y después de dos décadas. Los que habían expresado aspiraciones materialistas en su época estudiantil (su objetivo primordial era ganar dinero) mostraban menos satisfacción vital veinte años después que los no materialistas. Y es que la tarea de acumular bienes absorbe.” Matutina de los adultos, marzo 20, 2020
Sobre todo, pide a Dios sabiduría. Él la dará en abundancia.